Alucinante ver cómo mientras Laura diseccionaba un riñón de cerdo para explicar su funcionamiento, a su lado, una risueña Nuria, también del IES Aljanadic (Posadas), insuflaba nueva vida a un pulmón. Una escena no apta para fumadores sensibles, cierto, pero también entre las más impactantes, impresionantes, curiosas y, a su manera, atractivas de ayer en el Vial Norte, que acogió la 13ª edición del Paseo por la Ciencia con un récord de centros participantes. Nada menos que 5 de Primaria, 16 de Secundaria de Córdoba y provincia, 4 facultades de la Universidad de Córdoba, el Imibic, el Ingema, el Instituto Universitario de Química Fina y Nanoquímica y la Agrupación Astronómica de Córdoba, además de invitados especiales, como el premiado instituto Martín Rivero (Ronda) y una, afortunadamente, larga lista de instituciones y empresas patrocinadoras.

El caso es que bajo el lema La ciencia: patrimonio cultural, y de 11.00 a las 19.00 horas, cerca de unos 10.000 visitantes, según cálculos de la organización, la Asociación del Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica (Apccc) y el Ayuntamiento de Córdoba, pudieron disfrutar y sorprenderse con los numerosos talleres científicos y divulgativos de los equipos de profesores universitarios o las explicaciones de los 900 estudiantes de Primaria y Secundaria, ansiosos de explicar los pormenores de su investigación científica: desde una muestra de poliedros del Santa María de Guadalupe hasta un fotomatón y un dron construidos desde cero por los alumnos del CES Lope de Vega, precipitados químicos del IES Fidiana, observar la actividad solar con telescopios o un anemómetro con botes de plástico del Juan de la Cierva (Puente Genil). Sin exagerar, y al menos en número, había más efectos especiales ayer en el Paseo de Córdoba, siendo ciencia y no magia, que en toda la serie de Harry Potter.

Aunque quizá sí que hubiera ayer algo irracional, mágico y sin explicación científica en el éxito de la convocatoria: que aún haya profesores ilusionados por su profesión y alumnos que dejen estimular su curiosidad hacia la ciencia. Y es que la coordinadora del evento y presidenta de la Apccc, Concepción Lara, recordaba que si los 13 Paseos por la Ciencia han logrado los objetivos de divulgar estas materias y formar a profesores y alumnos, la mejora de las enseñanzas científicas en sí, especialmente en los primeros cursos, ha chocado en la última década contra el muro de la legislación y la burocracia. «Es lo que aún no hemos conseguido, porque en estos años la política educativa no ha cambiado», recordaba Lara. De hecho, la mayor parte de las maravillas mostradas ayer, fruto de la ciencia y, sobre todo, de la ilusión, fueron posibles por trabajarlas durante muchos recreos. Y claro... así no hay ecuación que cuadre.