"Córdoba es femenina, Córdoba es Mezquita, es Fiestas de Mayo y es, sobre todo, mujer cordobesa". La abogada cordobesa Magdalena Entrenas, que lleva toda una vida dedicada a demandar justicia, ha aprovechado este martes la ocasión que le ha brindado ser pregonera del Mayo Festivo para dar voz a las mujeres silenciadas por la Historia con un pregón tan reivindicativo como poético pronunciado por primera vez en la Sala Orive.

"Ellas volverán hoy desde el descanso eterno y a ellas les concederé mi voz, que no mis palabras para que les hablen de esta hermosa tierra y de sus incomparables meses de mayo". Toda una declaración de intenciones que ha permitido a Entrenas, vestida de flores y con un bonito moño cordobés, trenzar un recorrido, trufado por intervenciones musicales, a través del calendario festivo de mayo, acompañada por algunas de las grandes mujeres que están ligadas a la historia de esta tierra.

Original, emotiva y didáctica, su intervención ha arrancado de la mano de Helvia Paulina, la madre de Lucio Anneo Séneca y abuela del poeta Lucano con quien ha ensalzado la Cata del Vino y los caldos de Montilla Moriles, elaborados desde época romana, deteniéndose a recordar el modo en que se elaboraba el vino dulce, recordando además el origen de la palabra peña, del latín, y deteniéndose en la Sierra para acompañar a los romeros en ese caminito a Santo Domingo.

Junto a Wallada, "la princesa hija del califa omeya Al-Mustakfi y de Amina, una esclava cristiana", se adentró Magdalena por las calles y plazas adornadas hoy en día por las cruces de mayo. "En una de estas plazas donde hoy se alzan las cruces de mayo conocí al hombre que marcó mi vida", ha narrado la abogada asumiendo el papel de aquella que "abrió el palacio a la educación de las mujeres, fue maestra de poetas y literatos y hasta bordó versos en sus vestidos", cuando su única ambición era "ser libre". Al lado de Wallada, se adentra en el santuario de "otra dama aguerrida, vuestra Virgen de Linares, a la que llaman la invencible generala", ha dicho, en plena romería de Linares.

A ritmo de sevillanas ha iniciado el repaso de los patios, rejas y balcones acompañada por María Isidra de Guzmán, que habitó en Santa Marina "cuyas casas son mucho más que fachada porque, como Córdoba y sus mujeres, esconden mucho más de lo que enseñan". Ella fue la primera mujer en España que tuvo un doctorado universitario, la primera de la historia doctora en Filosofía y Letras, aunque su nombre "no está en ninguna plaza de Córdoba". Y eso que sus restos reposan en la capilla mayor de la iglesia de Santa Marina.

Con el son del Vito de fondo, Magdalena Entrenas se ha adentrado en la Feria de Nuestra Señora de la Salud, dando voz en este caso a la Chiquita Piconera, a La Fuensanta del reverso del billete de 100 pesetas y a las mujeres pintadas por Romero de Torres. Porque, en opinión de la abogada, la Feria de Córdoba es "la casa de Córdoba, de Córdoba entera y de quien venga a disfrutarla". Una feria "tejida durante siglos por las mujeres de cada barrio, poblados de mujeres sin nombre que conforman la esencia de la Córdoba que se transforma en la Feria". En este paseo por la fiesta que cierra el mayo cordobés, ha nombrado a Maruja Cazalla, "que hizo renacer el Vito" y a "Josefa, la Marquesa, que hizo posible el Coso de los Califas", o a Dolores Castro, "Dora la cordobesita, inmortalizada como La Cordobesa" en el anís de Rute. O a Doña Angustias, "que parió al mejor Califa en una tierra también de ingratos", y también "a madres, abuelas, bisabuelas, hijas y a las hijas de las que vendrán".

Antes de brindar por todas ellas y por los miles de mujeres cordobesas que tejen las fiestas del mayo cordobés remató dedicando el pregón a "las mujeres valientes que a hurtadillas de la historia han tejido nuestra simiente". ¡Por ellas!.