Maestros y maestras han formado parte de esa lista de profesionales que han tenido que exponerse frente a frente a la pandemia del covid-19, teniendo que mantener la calma y el ritmo bajo «una enorme presión» para poder continuar su labor como docentes en los centros cordobeses y, así, garantizar la educación de pequeños y mayores. De esta forma lo han explicado, en el Día del Maestro, Mª José Blanco, directora del CEIP Ciudad Jardín y Roberto Rodríguez, jefe de estudios del SEP Villafranca.

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Ambos creen que la figura del maestro no ha cobrado especial valor durante la crisis ya que, en su opinión, no todas las familias conocen a fondo la labor docente. «En una situación normal, nuestras funciones exceden al acompañamiento educativo y, ahora, el trabajo se ha multiplicado. Realizamos tareas de coordinación, administrativas, gestión, implantación de una normativa cambiante, entre otras muchas. Eso sí, todas con el fin único de preservar la salud de la comunidad educativa, que es ahora la prioridad», explica Rodríguez. Con respecto a ello, Blanco considera que «las familias a veces nos ven como ajenos a esta realidad, pero estamos completamente implicados en ella».

Con respecto a los grandes retos de la pandemia, Blanco ha explicado que la pandemia ha sido uno de los momentos más duros que recuerda en toda su trayectoria y considera que toda esta situación ha supuesto un «sobreesfuerzo». «Vivimos una anormalidad dentro del día a día escolar que nos está costando muchísimo porque las condiciones de vigilancia extrema sanitaria, se ha sumado a la supervisión del aprendizaje y del contacto con las familias». Por su parte, Roberto Rodríguez, en esta segunda etapa de la pandemia, que ha coincidido con su arranque en la Educación de Adultos, el principal desafío al que ha tenido que enfrentarse es el abandono escolar. «Hay mucho miedo entre los adultos por el covid-19 y estamos luchando buscando soluciones constantemente para que este alumnado de riesgo no abandone y deje de estudiar».

En cuanto a la ley Celaá, Rodríguez cree que ahora la prioridad tiene que ser «dotar a la Educación Pública de todos los recursos que necesita y que las protestas derivan de un interés político y no de una preocupación real por la Educación». Blanco, añade que «es tanto lo que tenemos que gestionar ahora mismo en el día a día que ni nos hemos planteado nada sobre esta ley. Lo único que podemos esperar es la ley de turno del gobierno de turno».