Una comisión gestora sin ánimo de lucro nombrada por los vecinos lleva treinta años actuando en las zonas verdes del Santuario. Su presidente es Rafael Alba, que explica que «nosotros costeamos totalmente el mantenimiento mientras que en otros barrios lo lleva el Ayuntamiento», por lo que hay «un agravio comparativo». La comisión tiene tres jardineros que cuidan el césped, las plantas y los árboles, reponiendo lo que sea necesario, en más de 40.000 metros cuadrados de zona verde. Por este servicio, con el que dan trabajo «a personas del barrio», cada vecino paga 8,50 euros al mes. Sus cálculos son que ese servicio genera un gasto anual de más de 65.000 euros. Para el riego cuentan con un pozo. Además de las zonas verdes, «la limpieza de parte del barrio la hacemos nosotros y reponemos losetas», señala. «Los vecinos quieren que todo siga así», afirma, «nadie quiere que el mantenimiento lo lleve el Ayuntamiento». Es más, Rafael está convencido de que el Santuario es el «barrio más bonito de Córdoba, está muy bien cuidado y las zonas que lleva el Ayuntamiento que son limítrofes o que están en medio de las nuestras no tienen nada que envidiar a estas y sin tener sus medios». Esta comisión está en contacto incluso con el Imgema para que les asesore.