Los claretianos aprueban el traslado del Rocío a San Pablo

Según el hermano mayor de la hermandad del Rocío, Bernabé Jiménez, la noticia llegó el pasado lunes cuando el superior de los claretianos en Córdoba le comunicó que la orden "aprobaba el traslado", por lo que la hermandad podía cambiar de sede cuando lo viera oportuno. Bernabé Jiménez no pudo ocultar ayer su satisfacción ante esta esperada noticia, así como su "más sentido agradecimiento" a los claretianos por dar cobijo a la hermandad del Rocío de Córdoba.

Como ya adelantó este diario, la junta de gobierno de la corporación rociera estaba a la espera de la contestación de los superiores de los claretianos, orden que regenta el templo de San Pablo, para ratificar el compromiso verbal adquirido con la hermandad cordobesa semanas atrás.

La noticia ha llenado de satisfacción a los numerosos hermanos que forman la hermandad del Rocío de Córdoba ante el varapalo recibido, las pasadas navidades, por parte de las autoridades eclesiásticas, al comunicarle que tenían que abandonar su sede canónica en la iglesia de San Pedro de Alcántara antes del mes de febrero, ya que el Obispado decidió desligar este templo de la parroquia del Sagrario, con el fin de cedérselo al Seminario Redemptoris Mater, regentado en la actualidad por el Camino Neocatecumenal (los conocidos como kikos por su fundador).

En lo que respecta al traslado de sede canónica, con toda seguridad tendrá lugar el sábado 18 de febrero. Para este día, la hermandad tiene previsto procesionar al simpecado desde San Pedro de Alcántara hasta su nueva sede en la iglesia de San Pablo, donde en la capilla del Rosario quedará entronizado el glorioso simpecado de la corporación rociera.

Con este traslado se abre una nueva etapa en la historia de la hermandad del Rocío de Córdoba, la corporación de gloria más numerosa de la ciudad, que llegó a San Pedro de Alcántara debido al cierre por obras de su sede anterior, la parroquia de San Basilio.