Blanca Córdoba se ha quitado un peso de encima, al menos durante dos años y medio. El 18 de febrero, la exconcejala del PP en el Ayuntamiento de Córdoba, la primera de la lista para volver a Capitulares si se produce una vacante, habría cumplido la quinta cuota de su hipoteca impagada, dando pie al inicio del proceso de ejecución hipotecaria. «Hace más de dos años que me quedé en paro y en octubre dejé de cobrar la prestación, 900 euros con los que a duras penas he ido pagando la hipoteca de 1.300, gracias a que pude vender otra casa que tenía», explica Córdoba, que ha vuelto a respirar tranquila. «Nadie está libre de quedarse sin ingresos y que tu casa corra peligro, da igual que seas concejal, albañil o fontanero, nos puede pasar a cualquiera», explica la exedil, que agradece la atención que ha recibido de la Asociación de Familias Necesitadas (Anfane), que ha negociado su caso. «Acudí a Rafael Cidres porque lo conocía de mi etapa anterior y he de decir que el movimiento asociativo está cumpliendo una función importantísima a la que no llega la Administración», comenta, «me han ayudado sin cobrar por ello».

No reprocha nada a los miembros de su partido porque «en todo momento me han escuchado y me han ayudado dentro de sus posibilidades», explica, al tiempo que subraya que la reestructuración de su deuda «ha sido posible gracias a la actuación de Anfane y al decreto de Mariano Rajoy, que me ha permitido acogerme al Código de Buenas Prácticas «y conseguir una moratoria de dos años y medio en los que tendré que pagar 290 euros al mes». Cidres aconseja no dejar pasar el tiempo. «Lo mejor es actuar antes de que se inicie el proceso de ejecución hipotecaria».

Su situación llegó a ser asfixiante. «Tengo 44 años, así que no me corresponde salario social, así que cuando se acabó el paro me quedé sin nada». La exconcejala, que no tiene hermanos y sin el apoyo de sus padres, ambos fallecidos, ha vivido un periodo especialmente duro desde que dejó el Ayuntamiento. «Sufrí un ictus, me quedé en paro, luego murió mi madre, tuve un accidente de coche en el que casi me mato y luego lo de la vivienda», explica, «pero también encontré a mi pareja... soy optimista y creo que las cosas van a ir a mejor y que dentro de poco estaré trabajando y podré retomar el pago de la hipoteca con normalidad».

Licenciada en Derecho, saltó a la política después de trabajar durante años en una oenegé de ayuda al drogodependiente llamada Ariadna. «Cuando entras en política sabes que tienes un trabajo efímero», señala sincera, «a mí no se me caen los anillos y estoy buscando empleo de lo que salga». Mientras tanto, espera reunir los 250 euros echando una mano a su pareja, que trabaja como comercial.