Rosario Caballero y Rosa Recio, dos mujeres en silla de ruedas, tuvieron dificultades para intervenir ayer en el salón de plenos, que no dispone de rampa de acceso para subir a la tribuna de invitados. "¿Qué mayor prueba de que hay un problema?", dijo Rosario Caballero, de la asociación Marianne. Su intervención ilustró, junto al testimonio de Rosario Recio y Said Faz (CCOO), la moción sobre personas con movilidad reducida de IU, que no salió adelante por los votos en contra del PP, que aprobó otra de sustitución. "Las barreras hacen imposible una vida digna y accesible", dijo Rosario, quien pidió que se revise el funcionamiento de las rampas de la flota de Aucorsa y que se garantice la disposición de taxis adaptados en la ciudad por la noche. Rosa Recio relató algunas de las cosas que resultan imposible para personas en silla de ruedas (desde beber en una fuente pública a sacar dinero de un cajero) y espetó al equipo de gobierno: "Nos dais la espalda. Quien no tenga capacidad para aplicar la ley que sea sustituido", dijo. La concejala de Accesibilidad, Ana Tamayo, insistió en que se ha trabajado mucho, que se ha adaptado el 98% de la flota de Aucorsa y acusó a IU de electoralismo por la moción. Pepa Contreras (IU) preguntó que "para qué sirven muchos autobuses con rampas si no funcionan la mitad"; mientras que Mamen González (PSOE) dijo: "Tendrán una delegación de accesibilidad, pero su propia casa no es accesible" y pidió in vocce que se adapte el salón de plenos.