Propietario de la casa patio ganadora del primer premio por dos años consecutivos, gestor de la primera ruta privada de patios y propietario de una floristería denominada Los Patios, Rafael Barón lleva dos años como presidente de la asociación de patios Claveles y Gitanillas y acaba de ser reelegido en asamblea para un nuevo mandato que arranca cargado de proyectos.

-Parece que dos años le han sabido a poco a usted y a los socios de Claveles y Gitanillas.

-En nuestra asociación hay que hacer elecciones cada dos años porque así se estableció en su día en los estatutos, pero una de las cosas que he propuesto es cambiarlos para que se convoquen cada cuatro años porque en dos años no da tiempo a mucho y administrativamente es un lío para la asociación. Yo repito, pero, por suerte, en la nueva junta se ha incorporado un muchacho joven, Santiago, del patio de la calle Zarco, y me gustaría que fuera relevo a corto plazo.

-¿Para qué sirve la asociación?

-Sobre todo, para informar a la gente, que es algo que el Ayuntamiento no ha buscado nunca. Durante años, se impuso esa mentalidad de que los cuidadores eran gente sin formación fácilmente manipulable a quienes era fácil convencer, pero eso ha cambiado mucho. Ahora es más difícil para las instituciones hacer lo que les dé la gana y a eso ha contribuido mucho la asociación.

-¿Qué ha planteado en su programa como presidente?

-Yo he sido clarísimo con mis socios. Quiero ser presidente porque tengo una idea clara de lo que debería ser el centenario de la fiesta de los patios, que se cumplirá en el 2021, coincidiendo con el 25 aniversario de la asociación. Es una fecha muy redonda y hay que hacer muchas cosas para celebrarlo a lo grande. Yo creo que tengo buenas ideas, conozco gente que me ha planteado propuestas y creo que soy una persona válida para ponerlas en marcha con el fin de que, de una vez por todas, se asiente la idea de que la cultura de los patios es algo muy importante para la ciudad.

-Dígame algunas de esas ideas.

-Por ejemplo, me gustaría que se hiciera una buena exposición sobre la fiesta de los patios, recuperando escritos, fotografías antiguas, obras de arte basadas y testimonios, a partir de los fondos del archivo, con grabaciones antiguas, para hacer un buen documental. Esto tiene unos costes y creo que las instituciones y algunas empresas deberían participar. De momento, no lo sabe nadie porque hasta hace poco no había gobierno municipal y nosotros teníamos elecciones y yo no quería comprometer a nadie si yo no salía. El objetivo de la asociación es que esto sea un proyecto de ciudad donde nosotros participemos como organizadores, pero si no hay respuesta institucional, lo haremos por nuestra cuenta porque pensamos que es muy importante, ya que además de ser un estudio interesante sobre la fiesta, daría promoción exterior. El año pasado se hizo un congreso internacional al que se le puso el nombre de patios, pero de patios se habló lo justo, así que nos gustaría organizar un congreso con estudiosos de toda España y poner en valor la fiesta.

-¿Sienten que en la fiesta de los patios los cuidadores mandan poco?

-No creo que deban mandar, no se puede ser juez y parte. Nuestra misión debe ser controlar las bases, que las condiciones sean justas, que se cuide el relevo generacional y se fomente la perdurabilidad de la fiesta. También hay que ayudar a quienes se incorporan a conocer la fiesta porque hay mucha gente que siendo de Córdoba no conoce la esencia, la historia, la cultura, la antropología que rodea al mundo de los patios.

-¿Han hecho ya balance de la última edición del concurso?

-Lo hemos hecho en la asamblea de la elección de la junta directiva y ha habido propuestas de mejora. Por ejemplo, queremos retomar el sistema de catenarias en el Alcázar Viejo para ordenar las colas y evitar conflictos entre los visitantes. Esto es algo que no cuesta mucho y es muy útil. Uno de los enfados más fuertes entre los socios ha sido porque el jurado dejara un premio desierto. Yo pensé que el jurado tiene potestad para hacer lo que quiera, pero mis socios me hicieron ver que si se deja ese premio desierto la sensación que da en los visitantes es que no hay patios con nivel cuando no es verdad, porque cada año se están mejorando y, salvo contadas excepciones, todos están cuidadísimos. Muchos se preguntaban por qué no se ha dado al patio de Martín de Roa 7, que es un patio antiguo con una larga trayectoria de participación y de premios y que este año ha sido merecedor de un primer premio. Estaba como para darle un primer premio y cumplía los requisitos que se fijaron para la mención de honor, pero se dejó desierto. La imagen que se da es que no hay patios a la altura y eso da una mala imagen que no se corresponde con la realidad. También se habló de prever en las bases que, en caso de que no se conceda ningún premio, se reparta la cuantía según ciertos criterios. Además, la queja más grande es lo que se tarda en cobrar el accésit y los premios, la gente está harta y hay que establecer algo para cobrar antes porque eso es un gasto periódico que se sabe de antemano. Mucha gente se plantea no participar porque hay quien destina el ahorro que tienen para vacaciones en montar el patio pensando que con el accésit lo van a recuperar para irse, pero si llega tarde, se fastidian, las economías familiares están así.

-Siempre que se habla de patios, se acaba hablando de dinero.

-Sí, es una pena, pero hoy en día todo se valora con dinero, lo que no tiene precio, no vale. Es una lástima y me gustaría que fuera como antes, pero eso ya pasó, hoy las cosas cuestan mucho dinero.

-¿Qué nota ponen a la Corporación anterior en materia de patios?

-Pues hay que ponerle buena nota porque ha habido bastante diálogo, quizás ha faltado conocimiento de esta realidad, pero nos han escuchado y han conseguido cosas históricas como la reducción del IBI, que parecía que era sumamente complicado. El fallo fue no revisar el accésit de participación, que es algo justo que vamos a pedir al nuevo gobierno.

-También se aprobó la reducción de la tarifa del agua. ¿Están contentos?

-Eso ha sido un engañabobos y vamos a pedir que Emacsa lo revise porque actualmente la reducción del 50% solo se aplica en los dos primeros tramos, los más baratos. El ahorro que se esperaba no es tal y en ocasiones la rebaja no llega a 3 euros y la rebaja máxima posible es de 12,5 euros, pero se ha publicitado como que era una ayuda muy buena cuando no es tal.

-El centro de interpretación de los patios de la calle Trueque, ¿cree que cumple su función?

-El problema es que no ha habido apuesta política. Cuando algo empieza mal, no prospera y yo no digo que sea un fracaso, pero ese centro debería ser un punto de referencia para conocer los patios y no lo es. Sabemos que es difícil traer al turismo a la Axerquía Norte, pero no hay promoción adecuada ni una dirección constante. Lo lleva Vimcorsa en vez del área de museos o promoción de la ciudad. Creo que habría que darle una vuelta porque el espacio no está mal aunque el contenido quizás esté muy volcado en lo virtual y no en mostrar cosas auténticas de los patios como originales de carteles, por ejemplo, la gente quiere tocar, ver, lo virtual ya lo tiene en el móvil. Y tener una buena gestión que lo mueva y presupuesto suficiente. Se han hecho algunas cosas con los escolares pero poco y eso debería ser constante desde que empieza el curso. La idea primitiva era buena, un centro con una ruta incorporada, pero eso no llegó a materializarse. Si quieren descongestionar la parte monumental de la ciudad, hay que promocionar el resto del casco histórico.

-Una cuestión que ha generado controversia en la última edición del concurso es que ha habido una ruta de pago en el Alcázar Viejo paralela a la fiesta. ¿Qué piensa la asociación?

-Ese tema también se trató en la asamblea de la asociación y ha sido motivo de queja de muchos propietarios, que quieren que el Ayuntamiento busque una solución para regular esa actividad, aunque es complicado prohibirlo si existe una licencia de actividad comercial. Durante el concurso, hubo mucha confusión en esa zona porque había gente que había pagado y quería entrar en todos los patios sin esperar colas, incluso algunos llamaron a la Policía para pedir explicaciones a los controladores, y el problema es que esto puede acabar desvirtuando la fiesta y cargándosela.