El presidente del Consejo General de Colegios de Médicos de España (Cgcom) y expresidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Serafín Romero Agüit, ha aprovechado su reciente visita a Córdoba para presentar al alcalde de la ciudad la asamblea general que la Asociación Médica Mundial celebrará en la capital cordobesa en octubre del 2020 y para valorar otros asuntos, como el elevado déficit de médicos que existe no solo en la provincia cordobesa, sino en todo el país.

-Diario CÓRDOBA publicó hace una semana que harán falta más de mil médicos en la próxima década en Córdoba, porque será la cifra estimada de profesionales que se jubilará. Y en España se prevén más de 60.000 jubilaciones también en la próxima década. ¿Se gradúan suficientes médicos en las facultades españolas y aprueban el MIR suficientes aspirantes para cubrir esos puestos que quedarán vacantes?

-Las políticas de recursos humanos han sido la pariente pobre de nuestro sistema sanitario, situación que empeoró notablemente con la crisis y que hizo disminuir el numero de plazas de especialistas, sin afectar al numero de egresados en nuestras facultades. Eso ha producido que un número importante de médicos se encuentre sin especialidad y sin poder acceder al sistema sanitario.

-¿Una solución para solventar la carencia de médicos podría ser que se graduaran más médicos en las facultades, pues por ejemplo en Córdoba lo hace ahora un centenar cada año y hace décadas era una cifra muy superior?

-Cuando en Córdoba estudiaban muchos más alumnos, solo existían una veintena de facultades en España. Hoy tenemos más del doble de facultades y España es el segundo país del mundo con más facultades por habitante. Además, ha crecido en algo más de 7.000 estudiantes la cifra de alumnos que entran cada año en las aulas, por lo que no estamos ante una falta de plazas en las facultades sino de tiempo de formación y ausencia de políticas de distribución de necesidades.

-¿Cuántas plazas más de MIR se necesitarían convocar en España en los próximos años para solucionar el déficit de médicos?

-La oferta prevista por el Ministerio de Sanidad para el MIR 2020 será la más numerosa de la historia, con unas 7.450 plazas, lo que equivale a un aumento de casi 700 más. El problema es que se necesitará un mínimo de cuatro años para que lleguen al mercado laboral estos especialistas.

-Desde distintas instancias, incluida la Junta de Andalucía, se había pedido que hubiera este año una convocatoria extraordinaria de MIR de medicina de familia y pediatría.

-Por un problema de plazos no pudo hacerse viable esa convocatoria extraordinaria para este año. Convocar esta oferta extraordinaria para el año que viene dependerá de la voluntad política y de la dotación en recursos económicos, humanos (tutores) y docentes (unidades docentes).

-¿Por qué hay determinadas especialidades médicas que sufren un mayor déficit de profesionales (caso de anestesia, medicina de familia o pediatría)?

-Esencialmente por tener más años de antigüedad, por el incremento de necesidades en el desarrollo de la asistencia sanitaria y por no haberse cubierto en los años de crisis la formación de un numero adecuado de doctores acorde a la demanda.

-¿Considera que en Andalucía la marcha de facultativos a otras regiones ha sido mayor en los últimos años porque se ha llevado a cabo una política deficitaria de reposición de puestos vacantes, así como porque se han venido pagando sueldos inferiores a los de otras comunidades?

-El tema retributivo en Andalucía es un agravio importante con el resto de regiones, especialmente en el pago por hora del trabajo en atención continuada (guardias). Esto sí ha influido en algunos flujos migratorios, al igual que las políticas de contratación. Es indudable que la prioridad de las políticas en salud pasa por reforzar las políticas de recursos humanos.

-¿La normativa que Andalucía ha aprobado abriendo la posibilidad de que los médicos de forma voluntaria se jubilen a los 70 años ante la escasez de doctores que existe la ve factible para que se implante en todo el país?

-Desde la Organización Médico Colegial (OMC) hemos venido defendiendo la jubilación flexible del médico, en una horquilla que va de los 60 a los 70 años. Pensamos que esta medida debería priorizarse para ciertas especialidades y en escenarios de especial dificultad para la reposición de plazas en toda la nación.

-¿Qué le parece que los médicos que compaginan medicina pública y privada perciban el complemento de exclusividad que ahora la Junta de Andalucía quiere restituir y que se abona en otras regiones?

-Este es un anhelo que contemplamos desde hace años en la OMC, sobre todo por lo que supone de agravio comparativo e inequidad al quedar solo tres comunidades autónomas que lo están aplicando, independientemente del color político que las gestione.

-¿Habría que respaldar económicamente y con otros incentivos la labor de los tutores de residentes al ampliarse las plazas MIR?

-Al abordar el incremento de plazas MIR es necesario tener en cuenta el enorme trabajo que desarrollan los tutores. Para seguir manteniendo la calidad hace falta reconocer a la figura que formará al médico del futuro.

-¿Cómo se puede prestar una atención sanitaria de calidad, si al margen del déficit de médicos, la cartera de servicios y la población que hace uso de la sanidad no para de crecer?

-La asistencia sanitaria se debe afrontar desde la eficiencia. Es necesario cubrir lo que ha demostrado evidencia y lo esencial para la salud. Solo aquellas intervenciones que han demostrado valor deberían mantenerse o incorporarse a la cartera de servicios básica. Es imposible dar más con menos y es, por lo tanto, esencial dotar de solvencia económica a nuestro sistema sanitario. Los recortes sufridos por la crisis no han afectado a nuestros indicadores de salud debido al enorme compromiso y dedicación de los profesionales sanitarios hasta la fecha, pero no vamos a poder seguir manteniendo la calidad sino somos capaces de devolver a nuestro modelo sanitario el músculo económico perdido.

-¿Con el déficit de médicos que hay en Córdoba cómo cree podrá cubrirse la asistencia en el futuro hospital de Palma del Río o en el de Lucena si Pozoblanco necesita el apoyo del Reina Sofía?

-No solo estamos ante un problema de falta de médicos, sino ante el reto de encontrar facultativos que quieran desarrollar su profesión en algunos centros asistenciales concretos. Desde mi punto de vista la solución a los problemas de recursos humanos que se generan con la apertura de nuevos centros asistenciales de mediana complejidad deben proporcionarla las unidades de gestión clínica de las especialidades concretas y, para ello, hay que dotarlas de más recursos. Planificar la asistencia desde esta perspectiva favorecerá que el médico mantenga relación directa con la unidad de referencia y siga estando en vanguardia clínica, diagnostica, terapéutica e investigadora.

-¿Qué va a suponer para Córdoba la celebración el año próximo de la asamblea general de la Asociación Médica Mundial?

-Queremos trasmitir a la ciudad que la celebración de este evento, en el que la profesión médica mundial a través de sus máximos representantes se reunirán en Córdoba y en el que más de 70 países confluirán durante cinco días con nosotros, debe ser una oportunidad para reivindicar Córdoba y provincia como enclave turístico de calidad y para exponer nuestra cultura, gastronomía y su relación con la salud. También una ocasión para mostrar nuestro tejido productivo y el patrimonio inmaterial acumulado durante siglos, que se traduce en el reconocimiento de Córdoba como ciudad de encuentro y de calidez de los cordobeses.

-¿Estima que la Unesco respaldará que la relación médico-paciente sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad como están pidiendo?

-Estamos inmersos en un proyecto ilusionante, que tiene como objetivo final el reconocimiento por la Unesco del patrimonio inmaterial de la relación médico-paciente. Esta petición representa preservar ese espacio intimo de encuentro entre una persona que sufre y su sanador, para preservarlo de toda interferencia que genere deshumanización y altere aspectos tan esenciales como la escucha, la empatía y la compasión.