La denominación de origen fue la única de los principales distintivos de calidad de España que en el año 2010 incrementó la comercialización de aceite de oliva, con lo que logró situarse como la zona con mayores ventas del país al llegar hasta las 3.679 toneladas, el 16,62% de todo el volumen operado. El Ministerio de Agricultura dio a conocer la pasada semana su informe correspondiente al 2010 en el que se analiza la producción, las ventas y los principales destinos de la industria agroalimentaria. Tras Baena se situó la catalana Siurana (14,23% de las ventas), Sierra de Cazorla (14,00%) y Priego de Córdoba (9,49%).

En España hay 27 distintivos de calidad que protegen el aceite de oliva, de los que cuatro son cordobeses (Baena, Priego, Montoro-Adamuz y Lucena). En el caso de Baena, su liderazgo lo cimentó en el mercado nacional, en el que comercializó 2.439 toneladas, aunque también tuvieron importancia las ventas en la Unión Europea (UE), con 689 toneladas, y países terceros (551). En ese año la zona de Baena protegió 16.530 toneladas, la segunda cantidad más importante tras las 27.000 de Estepa.

La única sombra a los resultados de la principal denominación cordobesa fue el bajo precio del aceite de oliva. El valor medio, incluyendo granel y envasado, se quedó en solo 2,87 euros por kilo, lo que supuso uno de los valores más bajos de los 27 distintivos de calidad. Así, por debajo solo estaban Montes de Granada (2,36), Sierra de Cádiz (2,50) y Sierra de Cazorla (2,60). Por el contrario, el precio más elevado se alcanzó en la denominación Aceite de Mallorca (10,42 euros), aunque sus ventas fueron de 123 toneladas, seguida de Aceite de la Comunidad Valenciana (6,00 euros) y Campo de Calatrava (5,84). En Córdoba, Montoro-Adamuz alcanzó el mayor precio (5,00 euros).