-¿Qué efectos ha tenido en su empresa la crisis sanitaria del covid-19?

-Los primeros días fueron de auténtico estado de shock. La vida es incertidumbre, pero vivirlo con conciencia colectiva es lo que más se parece a una situación de pánico. Por lo pronto la actividad comercial se paraliza, caen las ventas, no hay ingresos y se inicia la cascada. Al pertenecer nuestra empresa al sector de actividad prioritaria intentamos proseguir las ventas, pero al carecer de servicios (hoteles, restaurantes...) viajar se hacía imposible. Debíamos esperar y esa espera es angustiosa, ya que los gastos vienen a final de mes y los ingresos están en cuarentena. Una situación bien difícil de la que estamos intentando salir, pero que durará su tiempo.

-¿Cuáles han sido los principales problemas que ha tenido que abordar?

-El primer punto es la salud del personal. Para ello reorganizamos los esquemas de trabajo de las distintas actividades e implementamos las medidas sanitarias que las autoridades nos exigían, añadiendo algunas más. En segundo lugar trabajar con seres vivos, con plantas, nos exige atender de forma permanente su nutrición, sanidad, etc., sin saber cuál sería el destino final de aquello que estábamos manteniendo. Pero hay que respetar el acuerdo adquirido con nuestros clientes, aun sin saber si algunos contratos seguirían adelante. En tercer lugar, ajustar nuestro presupuesto para priorizar trabajos, asegurar pagos... en definitiva, mantener la actividad con los ajustes necesarios para engancharnos al futuro.

-¿Qué medidas pide a las administraciones para que se pueda agilizar la actividad?

-Estas crisis generan pérdida de confianza y eso es lo primero que hay que restituir. Si a la incertidumbre, el incremento del gasto, la caída de ingresos, etc., no lo contrarrestamos con políticas que generen confianza a través de la leyes, las inversiones se paran y el crédito se ralentiza. Aliviar la carga impositiva para las empresas dada su fragilidad actual es muy necesario. Si a la vez se crean incentivos para activar el motor empresarial sería lo deseable y aconsejable. Es la manera de generar empleo y riqueza.

-¿Qué es prioritario para su empresa y por qué?

-Mantenerla e intentar salir reforzado de esta crisis. Por ello lo prioritario es mantener a los trabajadores. El valor más sólido de una empresa es su equipo humano. Nuestra voluntad es seguir creando puestos de trabajo porque estamos ilusionados con nuevos proyectos, algunos de ellos ya en marcha.