Mamen sabía desde pequeña qué quería ser de mayor: emprendedora. Siempre ha mantenido esa idea en su cabeza y, después de algunos proyectos fallidos, hace casi un año se le presentó la oportunidad de su vida. Sin pensarlo apenas, y dejando un trabajo fijo, decidió apostar por Searges, una sociedad ya creada, de máquinas expendedoras de bebidas calientes, frías y snacks. "La dueña quería venderla y yo, tras estudiar el caso, decidí quedarme con ella", afirma Mamen.

A pesar de llevar una vida tranquila laboralmente hablando, esta licenciada en LADE decidió cambiar de aires y emprender porque "es increíble llevar a cabo tu proyecto". "La satisfacción de trabajar para uno mismo, no tiene precio", añade. Asimismo, asegura que otras de las ventajas que presenta esta nueva etapa son la flexibilidad de horarios y la libertad. No obstante, es consciente de la parte negativa de esta aventura. "Tienes mucho más trabajo, más responsabilidad y los días festivos ya no existen para mí", confiesa Mamen.

Pero esta joven cordobesa no se conformó solo con las funciones de la empresa matriz y diversificó la actividad. "Tras el verano, creé una empresa de servicios y reformas que hace desde reparaciones eléctricas hasta arreglar una persiana", dice Mamen. Sin embargo, la recompensa ante tanto esfuerzo se concibe lenta. "Por ahora no estoy ganando mucho, de hecho hay meses en los que las cuentas salen negativas", declara. Por ello, Mamen entiende que para emprender lo principal es tener apoyo y ella tuvo el de sus padres "incondicionalmente". Asimismo, esta cordobesa afirma que existen muchos organismos como el Imdeec o la Cámara de Comercio, entre otros, que ayudan a todo aquel que quiera empezar en este mundo. "Además de muchos cursos formativos gratuitos, solo tienes que estar pendiente", añade. "Vendemos soluciones porque la clave para emprender está en escuchar a nuestro alrededor", declara Mamen.