La empresa farmacéutica Krasfarma, que se va a implantar en Rabanales 21, y el Instituto de Investigación Biomédica, Imibic, están buscando «vías de colaboración» para poder alcanzar acuerdos que potencien la investigación.

Según explicó ayer a este periódico Juan Luis Piqueras, director ejecutivo de la empresa farmacéutica en Córdoba, ayer se celebró un primer encuentro entre ambas partes, para analizar «qué espacios de oportunidad» se pueden establecer entre ambas entidades que potencien la investigación una vez que la firma consolide su implantación en la ciudad de Córdoba.

La idea, según Piqueras, es que estas conversaciones culminen con la redacción y firma de un convenio marco que regule la relación entre ambas.

Krasfarma ha iniciado un proceso de implantación en la ciudad de Córdoba con la adquisición de un terreno de 6.000 metros cuadrados en el Parque Científico y Tecnológico Rabanales 21, para poner en marcha un laboratorio farmacéutico, que tendría dos líneas de producción. La primera se dedicará a la fabricación de fármacos hospitalarios y bajo receta, como los antibióticos y otros medicamentos de uso más convencional; y la segunda línea más especializada en las nanovacunas basadas en adenovirus, indicadas para enfermedades más complejas como el cáncer. Asimismo, tendrá esta factoría farmacéutica un departamento de I+D+i de farmacia que es con el que se pondrá en práctica el convenio que se pretende firmar con el Imibic.

El presupuesto que supone la puesta en marcha de la planta de producción ronda, según Piqueras, los 26 millones de euros y espera generar unos 120 empleos directos. La empresa espera poder empezar a producir a finales del año 2020 o principios del 2021, todo dependerá, explicó el portavoz, de la agilidad que se le pueda dar al proceso administrativo de las licencias correspondientes.