El litigio abierto por la retirada de una de las celosías de Rafael de la Hoz para habilitar una segunda puerta en la Mezquita-Catedral va para largo a tenor de los últimos pasos que se han dado. La Junta de Andalucía ha dado a conocer este jueves que ha presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ratificaba otro fallo anterior y que, por tanto, obliga a reponer la celosía que fue retirada en el 2017 tras un largo proceso, que no estuvo exento de polémica, con el fin de permitir la apertura de la llamada segunda puerta en la Mezquita-Catedral y de posibilitar la entrada y salida de los pasos de Semana Santa.

Fuentes de la Junta explican que los servicios jurídicos de esta administración han presentado hoy mismo el recurso ante el Supremo "al no emitirse informe desfavorable" por parte de los mismos "durante el periodo establecido" para ello. La consejera de Cultura, Patricia Pozo, indicó en junio que se iba a estudiar el informe jurídico para tomar una decisión que tenía como fecha tope el 16 de julio, es decir, este jueves.

¿Qué argumentos usa la Junta en su recurso? La Junta considera que el TSJA no contestó a las alegaciones que planteaba en el recurso interpuesto contra la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4, que dictaminó en el 2019 que debía reponerse la celosía que cubría el arco que conecta la nave 17 de la Mezquita-Catedral con el Patio de los Naranjos. Esas alegaciones, según fuentes de la Junta, "se habían hecho conforme a un artículo de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, el número 20, pero la nueva sentencia se basaba en el 39". Por esa razón los servicios jurídicos de la Junta interpretan que en el fallo del TSJA "no se responde a lo que se había presentado".

La Junta recuerda que basó su alegación ante el TSJA en el artículo 20 de su propia ley, que "recoge la forma en la que hay que actuar en los bienes del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz" y "establece cómo se harán todas las restauraciones, que respetarán las aportaciones existentes y que solo se retirarán en algunos casos si hay degradación o para una mejor interpretación cultural del bien".

En cambio, y según los argumentos de la Junta, la sentencia del TSJA se basa en el artículo número 39, que en su punto tercero recoge que "las restauraciones de los bienes a que se refiere el presente artículo respetarán las aportaciones de todas las épocas existentes". Ese artículo indica que "la eliminación de alguna de ellas solo se autorizará con carácter excepcional y siempre que los elementos que traten de suprimirse supongan una evidente degradación del bien y su eliminación fuere necesaria para permitir una mejor interpretación histórica del mismo. Las partes suprimidas quedarán debidamente documentadas".

La Agrupación de Cofradías también se plantea acudir al Supremo, al igual que hizo ante el TSJA. Su presidente, Francisco Gómez Sanmiguel, asegura que siguen estudiando si recurrir ante el Tribunal Supremo la sentencia del TSJA, para lo que tienen de plazo hasta septiembre, y que la idea es hacerlo.

El Cabildo, por su parte, que fue el que pidió la autorización para la retirada de la celosía, prefiere no manifestarse sobre el paso dado por la Junta, al igual que el hijo del autor de las celosías de la Mezquita-Catedral, el arquitecto Rafael de la Hoz Castanys, que fue el que llevó a los tribunales el permiso que dio la Junta en el 2015 (siendo consejera de Cultura la cordobesa Rosa Aguilar) y que prefiere esperar a que haya sentencia firme.

El TSJA, en su sentencia, señalaba que la retirada de la celosía de De la Hoz, que había contado con los parabienes del Icomos, órgano asesor de la Unesco, perjudica a la Mezquita-Catedral.

La decisión de retirar la celosía de la que Rafael de la Hoz Arderius fue coautor para abrir una segunda puerta en la Mezquita-Catedral arrastra ya más de cinco años de polémica, que seguirá algún tiempo más. Desde antes del 2015 ya se estaba planificando y fue ese año cuando el hijo de Rafael de la Hoz ya anunció que recurriría, y así lo hizo desde el primer momento. La segunda puerta fue autorizada por la Junta en el 2015 y, dos años después, por Urbanismo, lo que permitió hacer las obras. Los trabajos se llevaron a cabo en el 2017, que fue cuando se retiró la celosía, que está «almacenada y protegida», según dijo el Cabildo en mayo.