La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Cabildo Catedral trabajan ya en la elaboración conjunta de un plan de usos de la Mezquita-Catedral de Córdoba, que establecerá las políticas necesarias para mantener un equilibrio adecuado entre la conservación y el uso del monumento. Hasta la fecha se han producido ya dos reuniones para abordar la confección de dicho plan, que contendrá las directrices básicas para la gestión que promueve la Unesco para edificios con el máximo nivel de protección.

La Junta informó ayer en un comunicado de que el nuevo plan de uso partirá del plan director con el que se gestiona el monumento desde el año 2003 y que fue elaborado por los arquitectos Gabriel Rebollo y Gabriel Ruiz Cabrero. De este modo, la Administración andaluza zanjó la polémica suscitada esta semana en torno a si existía un plan de usos de la Mezquita (como defendía el Cabildo) o no (como recogía el Defensor del Pueblo en su respuesta a una queja presentada por la Plataforma Mezquita-Catedral, Patrimonio de Todos basándose, eso sí, en una respuesta de la propia Junta).

Despejada esa incógnita, esto es, que existe un documento del que partir, la Consejería de Cultura expresaba, a través del comunicado de ayer, su intención de avanzar junto al Cabildo «de manera conjunta en la redacción de un plan de gestión de la Mezquita-Catedral con el objetivo de dotar al monumento de un instrumento fundamental para garantizar su sostenibilidad».

CONTENIDO DEL DOCUMENTO / En las reuniones preliminares que ya se han celebrado, Cultura habría trasladado al Cabildo, titular del bien, tanto las características como los contenidos que deberá articular el plan de usos, así como las orientaciones de la Unesco para la elaboración de dicho plan. La Junta explica, además, que el documento sería similar a los planes directores que la Junta de Andalucía elabora para los bienes patrimonio mundial de titularidad pública.

El Cabildo, por su parte, confirmó la celebración de esos encuentros, en los que se han establecido «los pasos para la revisión y actualización del plan director» que ya había quedado obsoleto, según informó su portavoz José Juan Jiménez Güeto, quien valoró «el buen diálogo, fluido y transparente» que mantiene el Cabildo con las administraciones.

Cultura, por su parte, entiende que esta actualización del plan de usos de 2003 --circunscrito al Plan de Catedrales, que firmó la entonces ministra Esperanza Aguirre-- permitiría «ir más allá y contemplar todos los aspectos de la gestión integral, tal y como plantea la Unesco».

Este plan de gestión supone, a juicio de Cultura, «una oportunidad para renovar las bases de funcionamiento y coordinar de un modo más efectivo la función social y los usos culturales del monumento, haciendo posible un mejor conocimiento y difusión» del mismo. En la nota se insiste en que la protección y conservación de este bien cultural es un objetivo común que también incumbe a la sociedad civil, por lo que desde el Gobierno andaluz «se están manteniendo reuniones con todos los agentes para darles participación». La Junta valoró la «buena disposición al diálogo» del Cabildo para garantizar, mediante este instrumento, un desarrollo equilibrado que haga compatible la protección y conservación del bien con el desarrollo económico y social.