El proyecto comercial previsto en el parque tecnológico de Rabanales 21 se ha encontrado con otro escollo que las distintas partes implicadas intentan resolver. El informe de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio emitido en diciembre, sobre el que ya adelantó algunos detalles CÓRDOBA, presenta algunos reparos más relativos a los usos y a la tramitación seguida, aparte de los relacionados con el viario y a la necesidad de un informe de impacto ambiental.

El documento, que es preceptivo pero no vinculante, al que ha tenido acceso este periódico, realiza varias observaciones, entre ellas que hay una innovación de PGOU aprobada en el 2005, la de la Ciudad de Levante, que no se ha tenido en cuenta y por la que «el uso comercial de gran superficie minorista pretendido no resulta compatible al no encuadrarse entre los establecimientos comerciales y culturales dedicados al suministro y servicio del parque tecnológico», así que es «un uso prohibido en este sector». Ordenación del Territorio percibe en la documentación analizada que el proyecto comercial «no tiene vocación exclusiva de atender o dar servicio a las demandas del propio parque tecnológico, tal y como exige la norma del PGOU».

Otra observación importante tiene que ver con la tramitación llevada a cabo. Ordenación del Territorio piensa que lo que se está planteando es más una modificación del plan parcial que una innovación de PGOU, que es lo que Urbanismo inició en el 2014, ya que afecta únicamente al ámbito de una manzana que está concebida para «producción» y se va a convertir en zona de «gran superficie minorista/investigación y desarrollo». El informe dice que «el instrumento de planeamiento que se pretende innovar afecta a la ordenación detallada», que está regulada por el plan parcial del parque, y no altera «determinaciones del PGOU», por lo que «no se trata» de «una innovación del PGOU». Por ello, añade que «se debe ajustar en este sentido».

El informe, que es preceptivo pero no vinculante, considera «conveniente aclarar» cuáles son los sistemas viarios necesarios, ya que Comercio condicionó su dictamen favorable a su ejecución. Además, propone «reconsiderar» la idea de abrir nuevos accesos por su incidencia en el tráfico.

La modificación de PGOU aprobada de forma inicial por Urbanismo en diciembre del 2014 y por el Pleno en enero del 2015, recibió el visto bueno del organismo municipal en septiembre del 2016, por lo que está a la espera del trámite final, la aprobación definitiva, para la que hacía falta este informe de la Junta, que Urbanismo está estudiando y abordando con esta administración.

El presidente de Urbanismo, Pedro García, calificó ayer de «demoledor» el informe, «que no nos permite seguir adelante» por «algo que inició mal el anterior gobierno municipal». García señaló que, a pesar de los «importantes esfuerzos políticos y técnicos» realizados para impulsar el proyecto, el informe «viene con matices importantes a la gestión que empezó el PP urbanísticamente», por un «defecto de forma», de «cuestiones técnicas que habría que haber modificado para hacer la innovación del plan».

Pedro García reconoció que «tendrán que pasar varios meses más para que se solucione el problema» y aseguró que ahora mismo «no se sabe si hay que empezar de nuevo» o no. Urbanismo ha preguntado a la Junta «si dentro de la innovación hay que hacer una modificación del plan especial o una modificación exclusiva de esa innovación» para seguir adelante con el proyecto.