El delegado de Medio Ambiente en Córdoba, Francisco de Paula, presentó ayer en la Delegación del Gobierno la nueva campaña de la Junta puesta en marcha contra el uso del veneno en el campo. Bajo el lema El veneno no tiene ojos, la iniciativa tiene por objetivo crear conciencia sobre las consecuencias que el uso del veneno tiene tanto en la flora como en la fauna, así como en la salud de las personas.

En Andalucía, el uso de veneno se aplica sobre todo a los cebos y está muy ligado a la caza y la ganadería. De Paula aseguró que «el veneno es un método de captura no selectiva» y alerta de que «también se está haciendo uso del veneno en territorio urbano para matar a perros y gatos». No obstante, también señaló que, «desde la implantación de la Estrategia Andaluza del Veneno en 2004, se ha reducido un 50% el número de casos de envenenamiento registrados».

En lo referente a la provincia de Córdoba, que se rige también por este mismo plan, el delegado aseguró que «las incidencias han ido reduciéndose poco a poco, con algunos altibajos». El delegado afirmó que «durante el año 2017 se han realizado ya 25 inspecciones por los agentes de Medio Ambiente», y que «también se han puesto en marcha patrullas caninas para ayudar a los agentes en su labor». También se han registrado muertes de pequeños y medianos carnívoros; diversas especies de rapaces; perros y gatos asilvestrados, y se han encontrado hasta un total de 199 animales, según los datos facilitados por la Delegación de Gobierno. Además, según el delegado, «Medio Ambiente ha suspendido el aprovechamiento cinegético de cuatro cotos de caza de la provincia de Córdoba debido a los episodios de envenenamiento registrados, concretamente, en los parajes de Barrionuevo, en las proximidades del vertedero de El Lobatón, en Albedín y en Paredones». Asimismo, De Paula explicó que «la Ley de flora y fauna andaluza también prevé la suspensión del aprovechamiento cinegético de cotos de caza por el uso de medios prohibidos de caza masivos y no selectivos».