El consejero de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Felipe López, ha anunciado hoy que su departamento abrirá una investigación sobre las condiciones laborales de la polémica subcontrata de Las Palmeras, a raíz de una pregunta parlamentaria del diputado de Podemos, David Moscoso.

Según ha informado en un comunicado el grupo parlamentario de Podemos, la formación morada no se ha conformado con este anuncio y llevará este caso a la Fiscalía, para que estime la posible comisión de delitos por parte de la empresa adjudicataria de la Agencia Andaluza de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA).

Las protestas de los trabajadores se saldaron, según informó a este periódico en su día el portavoz, con el despido de 15 de los 40 empleados, que han calificado este movimiento de la empresa como “represalia” por hacer pública esta situación.

Moscoso ha recalcado “la gravedad” de una situación como la vivida en Palmeras, ya que se trata de una obra subcontratada por una agencia pública de la Junta de Andalucía, y “esta, como responsable subsidiaria de las condiciones de trabajo, debería tener mecanismos de control que garanticen que no se explota a trabajadores con dinero público, y mucho menos que se comentan posibles ilícitos penales”.

El diputado de Podemos ha interpelado al consejero para advertir de la deriva “temeraria” de las licitaciones llevadas a cabo por el Gobierno andaluz, que están primando el coste sobre cualquier otro factor, lo que está desembocando en ofertas por debajo de precio, completamente insostenibles, que sólo pueden ejecutarse a través del fraude en las condiciones laborales”.

Entre las situaciones irregulares supuestamente ocurridas en estas obras, fuentes cercanas a los antiguos trabajadores de Easy 2000 denuncian que les obligaron a firmar su despido a la misma vez que la contratación y que les quitaban periódicamente un tercio del salario que les correspondía en la nómina. Todo apunta, según los testimonios, a que el convenio colectivo no se cumplía en ninguno de sus extremos, ya que incluso se llegaban a trabajar 57 horas semanales por parte de los obreros de la subcontrata.