La entrada en el terreno de la vida privada por parte del principal acusado en el macrojuicio del Caso Fénix Caso Fénixha llevado este miércoles a la titular del Juzgado de lo Penal número 4, Inmaculada Nevado, a exigir respeto para el presunto cabecilla de la trama y padre de este procesado, hoy fallecido.

En este sentido, cuando ha sido el turno del interrogatorio de la defensa, la sesión se ha centrado en la figura del progenitor hasta tal punto que el encartado ha afirmado que en el momento de su muerte conoció que este tenía amantes, tras lo que la jueza ha reclamado respeto para el desaparecido.

Por otra parte, cuando su letrado le ha preguntado por qué desconocía los problemas con la Justicia de su progenitor, el acusado ha destacado que "era una persona muy particular, no explicaba las cosas, no pedía opinión", a lo que ha añadido que "tenía la extraordinaria capacidad de convencer y vender a lo bestia".

Asimismo, ha admitido que no tenía amistad y que no convivió con él. Tras la protesta de la jueza por estas preguntas personales, el abogado las ha justificado afirmando que "le están acusando de ser un alter ego de su papá".

El interrogado ha explicado que trabaja para una entidad financiera desde hace años y, en cuanto a la supuesta trama en la que habría participado, ha confirmado que "puede ser" que su padre fuese ayudado en su actividad comercial por personas que no están encausadas en este procedimiento.

También ha negado que tuviese relación con las empresas que habrían servido como "tapadera" (según la definición realizada por su abogado) para el negocio del oro y con sus responsables.

El interrogatorio ha comenzado con la intervención de la fiscal, a la que el principal encausado ha declarado que desconocía un procedimiento que llevaba la Audiencia Nacional contra su padre y que no recuerda si estuvo presente durante el registro de una empresa de este.

Una vez más ha vuelto a ser él mismo quien preguntaba al Ministerio Público. Cuando este le ha consultado por una inspección de la Agencia Tributaria, le ha espetado "¿Yo estaba allí?", lo que ha provocado la intervención de la jueza, que le ha aseverado que "el tribunal no va a permitir declaraciones erráticas".

A preguntas de la abogada del Estado, ha señalado que no conoce las empresas cordobesas supuestamente implicadas en el fraude de 154 millones de euros a la Hacienda pública por el que se desarrolla este macrojuicio y que tampoco sabe quiénes son sus responsables.

A esto ha añadido, entre otras respuestas, que su "única relación" con el departamento financiero de la empresa "era verificar los cambios (de precio del oro) que se habían cerrado telefónicamente" cuando recibían el fax sobre la operación.

También ha confirmado que "debía existir" una máquina para la laminación de oro comprado en Suiza por esta sociedad y ha insistido, acerca de su papel en ella, en que "mi única obsesión era tratar de arañar unos céntimos por debajo del precio de coste" para la compra del metal.

Preguntado por uno de los abogados de la defensa, ha confirmado que "creo que si el precio está barato se aprovisiona (el metal). Ahora, hay que tener dinero para eso".

De este modo, sobre los hechos que se juzgan cabe recordar que la sociedad principal de la trama, ubicada en Barcelona, habría importado de Suiza oro fino que vendía sin transformar a mayoristas y fabricantes de joyería.

Presuntamente, la empresa hacía figurar como destinatarios a otras firmas creadas por ella misma, con lo que justificaba sus ventas y ocultaba a los verdaderos compradores, que no aparecían en las facturas y eludían el pago de impuestos.