Una vez que el homicida confeso de la arqueóloga cordobesa Ana María Márquez prestó declaración ante la jueza el pasado domingo, la instrucción de este caso continúa y, entre otros aspectos, se encuentra a la espera de la comunicación del informe final de la autopsia de la víctima, que falleció el viernes pasado en su domicilio del Peñoncillo, en Torrox (Málaga), a causa de las heridas de arma blanca provocadas presuntamente por el empresario cordobés Francisco Martínez, que era su pareja.

Las fuentes consultadas explicaron que, probablemente, la jueza del juzgado de Instrucción número 1 se inhiba a favor de la jueza del número 2, que es competente en los casos de violencia de género. Al parecer, no habría testigos del suceso que acabó con la vida de la directora del Museo de Historia de Nerja y el proceso pasará, previsiblemente, a la Audiencia de Málaga al tratarse de un homicidio. Las circunstancias de este caso, en el que autor confesó los hechos alegando defensa propia y reconoció haber maltratado a la fallecida en ocasiones anteriores, puede agilizar la celebración del juicio aunque todavía no se barajan posibles fechas.

Desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informaron el domingo pasado de que Francisco Martínez fue imputado por los delitos de homicidio y maltrato habitual, por lo que la jueza decretó prisión incondicional, comunicada y sin fianza para él. La víctima era natural de Montilla según informó la Guardia Civil y fue enterrada por sus familiares el mismo domingo en Málaga.