La Judería de Córdoba languidece tras «la desaparición» de la actividad económica entre los negocios de la zona. Así lo ha explicado a este periódico Rafael Bados, presidente de la federación Comercio Córdoba.

Según una estimación hecha por los propios comerciantes, encabezados por María Triunfo, propietaria de una tienda tradicional de la Judería, y respaldados por Bados, unos 150 pequeños negocios se encontrarían afectados por esta situación, habiendo tenido que cerrar, en su mayoría, de forma temporal --por ahora- y 18 de ellos teniendo que hacerlo de forma definitiva.

En la Judería, según Bados, es donde «realmente se ve lo que ha supuesto la crisis del covid- 19 para la actividad económica de la ciudad de Córdoba». Esta zona llevaría desde que comenzara la pandemia, hasta hoy día, con una actividad «desaparecida por completo».

El comienzo de la crisis del covid-19 coincidió con la temporada alta del turismo en Córdoba, lo que ha incrementado «el daño» que han sufrido los comercios. «Después del confinamiento, las limitaciones de movimiento y el verano, que no es bueno en para el comercio en Córdoba, todo ha ido cuesta abajo. Los empresarios de la zona lo están pasando muy mal».

Comercio Córdoba lleva tiempo reclamando ayudas específicas «tras un año completo perdido» y, aunque si bien ahora la Junta ha anunciado la puesta en marcha de ayudas para las pymes, «el nivel de daño es superior al de cualquier otra zona de la ciudad, por lo que requiere de soluciones específicas», demanda el presidente, pues la actividad económica del casco histórico «no existe».

«Al no haber ni tan si quiera actividad dentro de la provincia de Córdoba, no hay clientes», relata el presidente. «El problema es que esta situación se va a prolongar y muchos de ellos tienen gastos que tienen que seguir afrontando, como los alquileres que no han podido renegociar sin que se retome la actividad. No sé cuál es la capacidad de aguante que pueden tener, pero la previsión es complicada».

Soluciones «excepcionales»

El «roto económico» que ha planteado la crisis económica derivada de la pandemia --señala Bados- es «muy difícil que lo puedan tapar las distintas administraciones».

Considera que, atendiendo a que la situación se está manteniendo en el tiempo y se prevé que así vaya a seguir a corto plazo, habría que buscar una forma de hibernar completamente las empresas de la Judería. Que no se pagara impuestos, que se pudieran paralizar los alquileres o las hipotecas que tuvieran. Hay que buscar formas excepcionales para un problema insólito». Como ejemplo, pone la incapacidad de llegar a acuerdos por parte de los comerciantes con los arrendatarios de los locales, y aboga por una política «más intervencionista mientras dure la crisis y la actividad esté parada, y no dejar estas cuestiones entre acuerdos de dos particulares».