José López Miranda es catedrático de Medicina en la Universidad de Córdoba y jefe del Servicio de Medicina Interna del hospital Reina Sofía, por lo que vive en primera línea la evolución de la pandemia y está al tanto de todas las publicaciones relacionadas tanto con las mutaciones del covid-19 como con las vacunas que pretenden combatirlo. Además es investigador responsable de un grupo PAIDI (Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación), otro en el Ciberobn (Instituto de Salud Carlos III) y del grupo de Nutrigenómica del Imibic.

Más de 9.000 cordobeses han recibido ya la primera dosis de la vacuna contra el covid-19. ¿Cuántas personas deben estar vacunadas para que podamos empezar a respirar un poco más tranquilos?

Cuantas más mejor, no hay una cifra concreta. Todo va a depender de la disponibilidad que tengamos de vacunas. Pronto llegará la de Moderna y confiamos en que la de Oxford tenga la autorización en breve.

¿Cómo actúan en el organismo las vacunas para el covid que se está administrando?

Las vacunas de Pfizer y de Moderna están basadas en una tecnología muy nueva, llamada de ARN mensajero. Para fabricarlas se coge un gen del virus, generalmente, de las proteínas de superficie que son las que generan inmunidad y, tras identificarlo, se estructura y se fabrica en cantidades industriales. Luego se le pone un vector y se encapsula en nanocápsulas que, cuando se inyectan por vía intramuscular, llegan a la célula del ser humano y emplean ese ARN (acido ribonucleico) como plantilla para sintentizar las proteínas específicas de ese gen del virus. El proceso de inmunización permite generar anticuerpos e inmunidad celular. Cuando se produce la proteína, la célula la excreta fuera, produciendo la respuesta inmunitaria frente al virus. Es una tecnología extraordinariamente novedosa y limpia que se está empleando por primera vez en este tipo de vacunas. En ambos casos, detrás hay un proceso biotecnológico y de investigación clínica muy potente desarrollado en un tiempo récord, menos de un año.

Esa rapidez no es buena cuando se trata de ciencia y crea recelos. ¿La vacuna es segura?

El hecho de que se haya producido en un tiempo récord no significa que en la investigación se haya soslayado ninguno de los procesos de seguridad que se exigen para producir una vacuna, todo lo contrario. Se han seguido de forma rigurosa y escrupulosa, con todas las fases previstas.

¿Qué porcentaje de inmunidad aportan estas vacunas?

La eficacia de una vacuna se define en función del número de casos que es capaz de prevenir en cuanto a producción de infección. Los grandes ensayos clínicos publicados demuestran que la vacuna tiene una eficacia probada del 95%, es decir, previene el 95% de los contagios.

¿Durante cuánto tiempo protegerá la vacuna?

No lo sabemos porque el periodo de seguimiento es muy corto aún, menos de seis meses, no ha dado tiempo a ver cuánto dura. Es posible que vaya perdiendo eficacia poco a poco. Sabemos que, al menos en un periodo de seis meses, previene el 95% de los casos. Y eso es una barbaridad. Si lo comparamos con la vacuna de la gripe que solo previene el 50% de los contagios.

¿Qué diferencia hay entre la vacuna de Pfizer y la de Moderna que se va a administrar en breve?

Prácticamente ninguna. La tecnología es muy similar, aunque emplean distintas formas de encapsulación, y la eficacia es en ambos casos del 95%.

¿Hay algún colectivo que tenga contraindicada la vacunación?

Solo los que hayan demostrado reacciones alérgicas severas a cualquiera de los componentes de la vacuna. Si no sabes que eres alérgico antes, es imposible averiguarlo, por eso se pregunta a la persona si ha sufrido alguna reacción alérgica a sustancias lipídicas. Esta es una tecnología tan limpia y prácticamente casi nadie ha desarrollado reacciones alérgicas. De momento, con millones de vacunados en el mundo, el porcentaje afectado es testimonial.

¿Qué efectos secundarios pueden darse tras la inyección?

Por lo que conocemos hasta el momento, muy poquitos. El más importante es el dolor local en el sitio de inyección. En ocasiones, una pequeña febrícula y sensación de malestar ese día, que se soluciona con un paracetamol.

¿Qué fiabilidad tiene la vacuna para las mutaciones del SARS CoV 2 que se están dando en otros países?

Eso no se sabe aún. Se está investigando y no hay certezas.

¿Habrá que vacunarse cada año o aplicar más dosis de recuerdo?

Eso no lo sé, ni yo ni nadie.

Este domingo se cumplieron 21 días desde la primera vacuna covid y ya se podía iniciar la segunda ronda de vacunación. ¿Qué plazo hay a partir de ahora para administrar el recordatorio?

Lo que marca la ciencia es que debemos hacerlo en el entorno de 25 a 27 días, porque así se hizo en el ensayo clínico. ¿Puede que haya otras pautas que sean mejores? De momento, no lo sabemos. La de Oxford, que va a empezar a llegar muy pronto, tiene una tecnología muy diferente, a través de un vector viral de un adenovirus y se ha visto que cuando se pone la segunda dosis de recuerdo a los 56 días mejora muchísimo la inmunidad.

¿Las personas que ya han pasado el covid, en qué medida están inmunizados? ¿Deben vacunarse?

Pensar que todos están inmunizados sería como decir que todos los casos covid son iguales. Lo que sabemos es que quien ha pasado el covid, en los primeros 90 días después de haberlo pasado, no debería vacunarse porque en ese periodo el riesgo de reinfección es muy bajo. La pauta es que a partir de los 90 días se les vacune. Ahora ¿todo el mundo? No lo sabemos. ¿Todo el mundo es igual? No, porque hay quien genera muchísimos anticuerpos y hay quien genera muy poquitos, a veces indetectables.

¿Cuál es el riesgo de infección para los pacientes que ya han tenido covid?

Según los estudios que tenemos en los primeros 90 días es bajísimo y hay otro artículo muy reciente de la Universidad de Oxford que demuestra que, incluso hasta 280 días, el riesgo de reinfección es extraordinariamente bajo.

¿Las personas vacunadas pueden hacer vida normal o deben mantener las mismas medidas sanitarias como la mascarilla...?

En absoluto, de momento hay mascarilla para rato. Todo el mundo tiene que seguir manteniendo las medidas de protección, esté o no vacunado, mientras se mantenga la situación de pandemia: mascarilla, lavado de manos o distancia de seguridad, aislamiento social... Todo igual porque no sabemos qué va a pasar a largo plazo. La vacuna es una herramienta extraordinariamente importante para controlar la pandemia, pero aún no sabemos en qué medida ni durante cuánto tiempo. Hay un 5% de probabilidad de que aún estando vacunado se produzca el contagio. Con o sin vacuna, todos tenemos que mantener las mismas medidas.