El rector de la Universidad de Córdoba (UCO)Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos, también presidente de la Conferencia de Rectores (CRUE), ha tenido que afrontar un curso difícil por la pandemia de coronavirus, dando respuesta sobre la marcha a situaciones complejas.

-Ha sido un curso difícil, ¿cree que la Universidad ha dado una respuesta adecuada y rápida?

-El día 14 se declara el estado de alarma y el día 15, el profesorado de la UCO está mandando correos a sus estudiantes diciéndoles que al día siguiente hablarían por videoconferencia y cómo iban a desarrollar las clases en el cuatrimestre. Fue una respuesta rápida, tras la que el profesorado ha ido evolucionando y mejorando en la docencia online hasta finalizar el cuatrimestre. Había dos premisas: que nadie perdiera el curso por motivo de la pandemia y que se garantizarse la formación adecuada de los estudiantes, y esos dos objetivos se han conseguido.

-¿Cree que los alumnos han quedado satisfechos de la enseñanza recibida en este último cuatrimestre? Porque algunas quejas ha habido.

-Evidentemente, hay quejas, pero son puntuales, y nos hemos reunido periódicamente con la representación estudiantil, con una relación muy buena y fluida, atendiendo a sus demandas en aquello que podíamos atender y que veíamos lógico, y ellos viendo a lo que no podíamos llegar.

-Ha habido una importante brecha digital, ¿cómo se ha intentado paliar?

-Sí, se ha paliado tanto para estudiantes como profesores y PAS, facilitándoles desde portátiles, que creo que han sido 150 los que se han entregado, y tarjetas de datos a unos 80 estudiantes. Y además, en el caso de estudiantes que estuvieran en zonas rurales, donde la cobertura no fuera la adecuada, ofreciéndonos a hacer gestiones con los ayuntamientos para que les permitieran ir a instalaciones municipales para tener internet. Al final, no ha hecho falta, pero hemos estado pendientes de que ningún estudiante se quedara atrás.

-Y para el próximo curso, ¿cómo se plantea la docencia?

-La enseñanza va ser presencial cien por cien, con las dos modalidades que hay, algo que ya veníamos haciendo desde hace tiempo, por ejemplo en másteres. Será docencia en aula presencial y docencia presencial mediante videoconferencia. No es enseñanza online de subir material, no. El profesor explicará su clase con los métodos que considere oportuno, con una parte de estudiantes en el aula y otra por videoconferencia, que irán rotando, algo que cada centro está organizando. Es decir, el profesor estará dando la clase, a la vez, a unos en el aula y a otros por videoconferencia. Si hay titulaciones donde el número de estudiantes no es muy alto, a lo mejor todos pueden estar en clase al mismo tiempo.

-¿Incrementará el coste para la UCO esta adaptación de la enseñanza?

-Mucho. Nada más que en vídeocámaras, que serán unas 200, con sistemas de sonido, adecuándolas a los espacios, ya es una cantidad interesante. Pon 1.500 euros por sistema, y me quedo corto. Se van a adquirir por vía de urgencia. Luego, el refuerzo del sistema de redes de la universidad, que lleva una complejidad y un desembolso importante. Hemos conseguido que parte de las partidas que van a las comunidades por parte del Gobierno central, haya un 20%, unos 400 millones, destinados a universidades. En Andalucía se está negociando todavía cual es la parte que corresponde a Universidad y cuál a FP superior y a conservatorios superiores, pero esperemos que la negociación sea lógica y se haga la distribución de fondos lo antes posible. Eso nos daría un respiro, porque también hay que contratar más limpieza, personal de apoyo tecnológico, material sanitario. La cantidad que llegue ya prácticamente la hemos gastado. Calculo que nos deberían corresponder unos tres millones y medio, pero son mis números.

-¿Cree que el profesorado y los estudiantes están ya preparados para una posible opción de enseñanza ‘online’?

-El profesor va a tener que dar sus clases igual que las ha dado siempre, pero se van a organizar cursos de formación del profesorado para que mejoren sus capacidades a la hora de preparar materiales de cara al refuerzo de la enseñanza. Pero más que en un escenario de presencialidad absoluta, sería por si llegara el caso de confinamiento, donde se mantendría la videoconferencia cien por cien y donde sería más importante materiales complementarios. Y las prácticas las vamos a hacer presenciales, si la situación es como ahora, y en situación de confinamiento tendremos que buscar soluciones para que se den. Quizá esa ha sido la parte que más ha sufrido en este cuatrimestre, la parte práctica, porque eso no se puede improvisar y ha sido más complejo. Ahora están haciendo los estudiantes las prácticas en empresas, desde primeros de junio.

-A los alumnos que acaban de terminar la Pevau, ¿cómo le vendería la UCO para que se queden en Córdoba a estudiar?

-Si quieren estudiar una titulación que no tiene la UCO, no les puedo vender nada. Pero si es algo que está en Córdoba, remarcar que somos, y ahí están los indicadores, una de las mejores universidades de España en actividad investigadora, en transferencia, en emprendimiento, donde hemos dado un salto cualitativo y cuantitativo importante y,evidentemente, que la vida en Córdoba es muy agradable. Tenemos una muy buena universidad, ahí están los indicadores. Y dentro del contexto andaluz y nacional, otras universidades han tenido problemas en esta situación de pandemia, y en Córdoba se ha gestionado, por la colaboración de todos, muy bien. Tiene un buen clima de trabajo la Universidad de Córdoba.

-¿Qué novedades habrá el próximo curso en cuanto a oferta académica?

-Ahora, el sector publico tiene congelado la posibilidad de ofertar más grados porque está pendiente de hacer una planificación estratégica, algo que queremos que se haga lo antes posible. Entonces, para el próximo año no tenemos nada nuevo. De los másteres que teníamos previstos se van a poner dos nuevos en marcha, uno es un Erasmus Mundus de desarrollo rural y otro sobre neuropsicología. Hay otros aprobados pero no se van a poner en marcha por la situación.

-¿Teme que haya un descenso de estudiantes tanto por la falta de ingresos de las familias a causa de la pandemia como por la falta de movilidad internacional?

-Esa falta de movilidad internacional, que siempre ha sido complicada para las universidades españolas, ahora se traduce en que nos da cierta tranquilidad. No es como otras universidades, por ejemplo Cambridge, que o hace la enseñanza puramente online o no puede hacer nada porque casi todos sus estudiantes son extranjeros. Sí es verdad que puede haber situaciones económicas en las familias que compliquen que sus hijos estudien en la universidad, pero para eso las becas del plan general del Ministerio se han modificado y el programa propio de la UCO se va a reforzar para que nadie se quede sin estudiar por motivos económicos. Esto es algo que hace 7 años estábamos diciendo y volvemos a decir ahora, que nadie que quiera estudiar en la Universidad de Córdoba se va a quedar sin hacerlo por motivos económicos.

-¿Qué va a pasar con los alumnos Erasmus?

-Va a depender de la situación sanitaria, de cómo estén las fronteras. Se está trabajando en una movilidad no presencial, con lo cual nuestro estudiante estudia en una universidad extranjera o un extranjero aquí pero por videoconferencia. Va a haber un descenso, evidentemente, por la propia precaución de las familias. Ya están solicitados los destinos, pero si ahora se renuncia no se penaliza, como ocurría anteriormente, por la situación.

-En la liquidación del presupuesto, se dice que la UCO ha tardado 10 años en salir de la crisis del 2008, ¿cómo está ahora mismo la situación?

-No hemos salido de la crisis del 2008, sino que hemos igualado el presupuesto que teníamos antes de la crisis del 2008, que no es lo mismo. La situación este año nos preocupa menos, porque saldremos para adelante. Al no tener la Junta deuda con nosotros ni tener nosotros remanentes, pues eso nos lleva a que la financiación que tengamos, nuestra capacidad de gasto, tiene que venir todo de la Junta directamente. Otras universidades, al tener remanentes, las usarán para mantener su capacidad de gasto. Nosotros no tenemos remanentes porque desde el 2006 el modelo de financiación ha sido nefasto para la Universidad de Córdoba, algo que llevo diciendo desde el 2014, donde no se tuvo en cuenta el grado de experimentalidad de nuestra universidad y donde cada año perdíamos por alumno unos 500 euros, en comparación con el resto del sistema. Eso nos ha llevado a una situación donde tenemos una financiación que no es suficiente, hace que no tengamos remanentes pero nos permite una ejecución del gasto bastante estratégica. Ahora estábamos empezando a remontar, a poder tener mejor financiación, y eso nos permitirá invertir más en programas propios.

-Del nuevo modelo de financiación sigue sin haber nada, ¿no?

-Estaba trabajando la Junta en el modelo de financiación, nos sentamos a verlo, pero llegó la pandemia, con lo cual eso ha frenado todo e imagino que se retomará. No es fácil, es complejo, yo solo pido que sea coherente.

-Y el programa de obras, ¿se ha quedado parado?

-En absoluto, tiramos para adelante. Estamos pendientes de que la Gerencia de Urbanismo nos dé autorización para empezar una ampliación del edificio de la Facultad de Derecho, que iría como un edificio departamental, de despachos para el profesorado. También tenemos pedido para un pequeño aulario delante, en la misma facultad, que está gestionándose. Y se está cerrando el pliego de necesidades para el Vial Norte, al lado de Ucoidiomas, donde vamos a hacer un gran aulario para dar solución a todas las facultades del centro. Eso está también pendiente de la forma de financiarlo, por lo que estamos en conversaciones con la Junta. Esta obra daría respuesta a Ciencias del Trabajo, Filosofía y Letras e incluso Derecho. También tenemos algún otro espacio que estamos viendo si hay posibilidades, cerca de Filosofía. Tengo que negociar con el alcalde.