La Escuela de Participación Ciudadana acogió ayer unas jornadas de formación sobre los criterios legales necesarios a tener en cuenta antes de abordar el cambio de la nomenclatura de las calles, para dar cumplimento a la Ley de la Memoria Democrática.Según explicó Alba Doblas, responsable de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, tras la polémica surgida, para iniciar el procedimiento de renovación del callejero lo primero que se ha hecho es informar a los colectivos ciudadanos, para que se recojan todas las aportaciones posibles. También se ha podido conocer la experiencia del Ayuntamiento de Madrid. Otra ponente, Ana Verdú, archivera municipal, habló del nombre originario de las calles de Córdoba, en la que señaló que el viario de la ciudad recogía unos nombres tradicionales, casi todos vinculados a los oficios que en esas calles se desarrollaban, y que fueron las dictaduras de Primo de Rivera y, especialmente, la de Franco las que empezaron a cambiar el nomenclátor.