La iglesia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad) fue testigo en la tarde de ayer del extraordinario cariño que familiares, amigos y la ciudad de Córdoba en general han tenido, y guardarán, a la figura de Joaquín Bernier Guisado (Fuente Palmera 1937-Córdoba 2017).

Constructor y promotor de viviendas en la ciudad califal, aficionado al fútbol y directivo del Córdoba CF hasta que llegó a presidirlo y salvarlo de sus deudas, filántropo, referente del movimiento social cordobés, figura clave de la Transición en Córdoba a través de UCD, taurino incondicional seguidor de Finito de Córdoba, peñista, reimpulsor de las romerías de Santo Domingo y Linares, hombre clave en la Asociación de Amigos de los Patios y en la recuperación de la Fiesta, voluntario firmemente comprometido con asociaciones solidarias y asistenciales...

Pocos campos, por no decir ninguno, de la sociedad cordobesa y de la historia reciente de la ciudad han quedado sin que el trabajo y el carácter de Joaquín Bernier le hayan dejado huella.

Quizá su recuerdo más popular fue su paso por el Córdoba CF, a cuya presidencia llegó en 1978, en una época de las más difíciles de la historia del club (que ya es decir) y la que lideró una notable mejora del antiguo estadio, todo ello a pesar de que «avalé las letras para pagar a los futbolistas e impedir que denunciaran al club», recordaba a Diario CÓRDOBA en una de las últimas entrevistas que concedió.

Sin embargo, no fueron solo su afición al fútbol y su devoción al Córdoba CF los únicos méritos ni la única razón de orgullo propio y de reconocimiento por parte de Córdoba. Joaquín Bernier admitía guardar en la memoria con igual cariño (si no más) los momentos con peñas y asociaciones, dominó y peroles incluidos, como los numerosos premios y homenajes institucionales recibidos. No hay que olvidar que fue también vicepresidente de la Federación de Peñas y que en ella, y coincidiendo con sus cargos en la hermandad de San Álvaro, contribuyó a relanzar las romerías de Santo Domingo y Linares.

Pero quizá su mayor trabajo en pro de la sociedad fue el menos conocido pese a ser, justamente, su trabajo: el de constructor y promotor, ya en la década de los 60 y facilitando viviendas baratas en el entonces despoblado barrio de Ciudad Jardín a muchas familias con recursos ajustados, las llamadas viviendas de renta limitadas.

También, a medio camino entre la construcción, el amor por las tradiciones cordobesas y el compromiso social, Joaquín Bernier, de la mano de Manuel Garrido y el entonces teniente de alcalde Santiago Granados, impulsó desde el recuperado patio de San Basilio 50 (ahora 44) la Fiesta de los Patios Cordobeses, en aquellos años en un momento crítico y ahora reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

También su compromiso social tuvo reflejo en la política cordobesa en un momento clave, con su incorporación a UCD en los años más agitados y fructíferos de la transición, una inquietud social que nunca perdió y que en sus últimos años se volcó con su apoyo a Aprosub y a la Asociación contra el Cáncer, entre otras entidades solidarias. REDACCIÓN

OTROS FALLECIDOS:

Rafael Pacheco Alhama. Córdoba. Lucía Linares Noci. Córdoba. Pilar Mata García. Córdoba. Juan Granado Reyes. Córdoba. Felisa Girona Sánchez. Córdoba. Pedro García Berlanga. Córdoba. María Cabello Morón. Córdoba. José Hidalgo Osuna. Córdoba. Otilia Caballero Aguilera. Puente Genil.