“Nos escandalizamos de las persecuciones a cristianos en países como Irak o Siria pero no somos conscientes de otras persecuciones, no cruentas pero sí sutiles, que tienen lugar aquí”, ha afirmado Jaume Vives esta tarde en Córdoba..

Jaume Vives, periodista y activista conocido últimamente por su rol de portavoz de Tabarnia, ha lanzado esta advertencia esta tarde en Córdoba en el coloquio "Del Irak de los cristianos perseguidos a la Tabarnia que resiste", organizado por Milenio, un portal de contenidos especializado en historias https://www.milenioweb.es/

Y entre esas persecuciones sutiles podría encajarse la de la Mezquita-Catedral de Córdoba, de la que algunos llegan a poner en entredicho hasta su origen. “El origen cristiano del templo es innegable: antes de mezquita fue basílica. Nadie en su sano juicio puede negar su origen cristiano”, ha asegurado Vives.

Este periodista ha recordado que su primer contacto con la persecución de los cristianos en Oriente Próximo fue en Líbano, en 2014: “Mi primera toma de contacto, que duró un mes, fue bastante dura; porque no entendía nada de lo que estaba pasando. De hecho, fue un viaje de preguntar, preguntar y preguntar… y de repreguntar, repreguntar y repreguntar”.

¿Y encontró respuestas? Sí, “hallé una idea bastante concreta de cómo había sido la persecución”. Un proceso que ha descrito como “gradual en muchos casos: un día aparecían pintadas contra los cristianos en iglesias, otro les tiraban piedras en sus casas y al siguiente les insultaban por la calle”.

Una persecución, la de los cristianos en Oriente Próximo, que no debe impedir tomar conciencia sobre otras más sutiles. Porque, a su juicio, “ser católico no está prohibido en España, pero sí quizás mal visto”; al menos, ha afirmado, “ser católico consecuente”.

Como ejemplo, este periodista habla de lo que él mismo ha sufrido: “Cuando escribes sobre alguien y titulas ‘Desenmascaramos a…’ lo que estás diciendo es ‘vamos a defenestrar a este tío, vamos a hundirlo’, por ser de una manera que debería avergonzarle; en mi caso, por ser católico”.

Eso sí, ha recalcado Vives, “una persecución que en ningún caso es comparable con la que sufren los cristianos en otro países”. De hecho, a su juicio, “deberíamos sentirnos afortunados: en España, lo máximo que nos puede pasar por declararnos cristianos es que nos desenmascaren”.

Cierto es que, “salvando las distancias, la situación en el norte de España, en cuanto a amenazas que podían convertirse en reales y gente resistiendo y otra gente obligada a marcharse de sus casas,la compararía con Irak”, aunque ha vuelto a recalcar que “salvando las distancias”.

Pero claro, a Jaume Vives, que se dio a conocer al mundo poniendo el ‘Que viva España’ desde el balcón de casa de sus padres en el barrio de Sarriá, le han preguntado sobre Cataluña: “Ser hijo, nieto y bisnieto de catalanes, haber nacido y vivido en Barcelona y pasado los veranos en la masía de mis abuelos no me convierte en mejor que nadie -ha explicado- simplemente me ha hecho entender la realidad, el mundo, de una determinada manera, que es la manera catalana”.

“Algo que no es malo” sino “todo lo contrario”. Eso sí, “siempre que te andes con cuidado”, ha advertido Vives. ¿Con cuidado de qué? “Con cuidado de no confundir el sano orgullo con el desprecio hacia los otros, que es muy fina la línea que separa una cosa de la otra y muchos los años inoculándonos ese veneno”.