Hay que dejar de promocionar los patios de Córdoba en mayo, ¿alguien se imagina el carnaval de Cádiz sin que participen los gaditanos? Acuden turistas, sí, pero son los gaditanos quienes celebran su fiesta. En Córdoba, la fiesta de los patios corre el peligro de perder su esencia si los cordobeses no la sienten suya y un pueblo que pierde sus fiestas, pierde su memoria». Con esas palabras se despidió ayer el profesor José María Manjavacas, uno de los tres investigadores de la Universidad de Córdoba que participó en la última ponencia del Foro sobre Turismo Sostenible organizado por el Imtur. Fue su sugerencia concreta tras una intervención en la que instó reiteradamente a las autoridades a ir cerrando el debate sobre el modelo de turismo de la ciudad «buscando puntos básicos de acuerdo» para «empezar ya a tomar decisiones». Durante su disertación, Manjavacas se detuvo en los efectos negativos de la sobreexplotación de recursos como los patios, que lleva a la masificación, y cuestionó si es adecuado apostar por un «monocultivo» turístico como motor económico.

Por su parte, el profesor Tomás Jesús López esbozó el resultado de un estudio realizado sobre el perfil de los turistas que visitan la fiesta de los patios, que señala entre los aspectos que deberían reforzarse «la información que reciben los visitantes sobre lo que significan los patios, la impresión negativa que tienen por las colas y tiempos de espera o la queja porque no hay souvenirs que puedan adquirir como recuerdo». En el lado positivo, destacan «la hospitalidad, la seguridad ciudadana o la limpieza». López se detuvo también en el papel de la gastronomía como gancho turístico, un elemento que «es la motivación principal del 24% de los visitantes que vienen a Córdoba».

Por último, la investigadora Rocío Muñoz se centró en la importancia de cuidar la accesibilidad como factor clave de un turismo sostenible «que beneficia a todos». Muñoz informó además de la rentabilidad de promocionar Córdoba como un destino accesible a todos los niveles, no solo en cuestión de barreras arquitectónicas. En este sentido, explicó que solo en España hay 3,5 millones de personas discapacitadas y 8 millones de mayores, y las personas con discapacidad «viajan de media igual, pero tienen un gasto medio superior al resto».