La concejala de Movilidad, Ana Tamayo, informó ayer de que el Ayuntamiento instalará 1.600 aparcamientos para bicicletas en unos 150 centros educativos de la capital. Se trata de aparcamientos en forma de u invertida y en acero galvanizados. El área de Movilidad, que va a elaborar una ordenanza para regular el uso de la bicicleta en la capital, pretende que la implantación de estos aparcamientos se haga, siempre que se pueda, en el interior de los edificios. El mantenimiento y la limpieza correrá a cargo de los colegios, mientras que el Ayuntamiento se compromete a velar por la integridad de las infraestructuras. La intención es que estén instalados en septiembre y ampliar, en una segunda fase, los aparcamientos a centros cívicos o nudos de comunicación. Para ello, además se elaborará un diagnóstico de la situación y se hará un inventario de aparcamientos.

La incorporación de estas infraestructuras se unirá a la mejora de las vías que la Junta tiene prevista en el Plan Andaluz de la Bicicleta, que proyecta mejoras significativas para Córdoba. Curiosamente, la capital fue una de las ciudades andaluzas pioneras en la construcción de carriles bici y, sin embargo, la presencia de ciclistas es sensiblemente inferior a la de capitales como Sevilla. El Ayuntamiento hispalense apostó en el 2007 por Sevici, un sistema público de alquiler de bicicletas que solo en 2012 contabilizó 4,9 millones de alquileres y ha revolucionado el concepto de bicicleta en Sevilla. ¿Por qué en Córdoba no se puede apostar por algo similar? La delegada de Movilidad da una sencilla razón: no hay dinero para hacerlo. Es cierto que en la ciudad hay un sistema, Eco-bici Ciclocty, que cuenta con 35 bicis de préstamo, cuatro puntos de recogida y depósito y un registro de 7.480 usuarios. Tamayo explica que este sistema tiene vigencia hasta el 2020, pero reconoce que no hay previsión ni de ampliarlo ni de mejorarlo por falta de fondos.