La pista de Villarrubia se utiliza desde el 2004 para naves agrícolas en campaña, pero la construcción en el 2006 de un hangar permitió también su uso para tareas de mantenimiento en aeronaves ligeras. Aeronáutica Delgado lleva desde entonces queriendo legalizar la pista como aeródromo privado de uso restringido para aviación general que permita operaciones todo el año. La idea es atender allí las actividades de mantenimiento de aeronaves, aviación deportiva, escuela de aviación, y de aeronaves de prevención y extinción de incendios, de los cuerpos de seguridad del Estado y de trabajos aéreos.

Los planes son retranquear la pista de tierra compactada que ya existe para que tenga 657 metros por 15, ejecutar una calle de rodaje de 7,5 metros de anchura, y construir doce hangares. El aeródromo podrá albergar un máximo de ocho operaciones diarias.

El proyecto de El Judío dio su último paso en el 2016, cuando la Junta concedió la autorización ambiental. Entonces llevaba seis años de andadura. Cuando el nuevo aeródromo esté en uso, dejará de operar en el aeropuerto Trabajos Aéreos Espejo. Medio Ambiente ya informó favorablemente la idea de transformar el campo de vuelo de ultraligeros (que tiene una pista de tierra y un hangar) en un aeródromo con una pista de 530 metros por 18, con plataforma de estacionamiento y un nuevo hangar, destinada a acoger aeronaves de aviación general bajo normas de vuelo visual y diurno en trabajos agrícolas, de extinción de incendios, formación y trabajos aéreos en general.