«No se han tomado decisiones aún» sobre la vuelta al cole en septiembre, dijo la viceconsejera de Educación, Carmen Castillo, el pasado viernes, en una entrevista. Así están las cosas aún de cara a un próximo curso escolar, marcado como este que termina por el covid-19, del que la ministra de Educación, Isabel Celaá, ya ha dado algunas pautas y la Consejería de Educación ha planteado unas primeras instrucciones a los sindicatos en la Conferencia Sectorial de Educación del pasado jueves, que de momento no han dejado contento a ninguno. Entre el 22 y el 23 termina este curso escolar y la Consejería ha prometido que esta semana habrá instrucciones para la vuelta del profesorado a los centros educativos en la última semana de junio, una vez finalizado el curso, fundamentalmente para coordinar el inicio del siguiente, así como que concretará las instrucciones para el próximo curso, una vez recibidas las propuestas de los sindicatos.

En la mesa sectorial de Educación celebrada la pasada semana «se acordó empezar en septiembre, que la actividad lectiva fuera esencialmente presencial, adaptar las programaciones didácticas a la situación en la que hemos vivido, prestar especial atención al alumno en riesgo de exclusión o elaborar un plan de contingencia», resumió la viceconsejera.

En estas primeras instrucciones, el documento plantea que las programaciones de los centros, así como las medidas organizativas de los mismos, prevean y se anticipen a «un hipotético escenario de no presencialidad en el curso próximo por un rebrote de la pandemia».

Una evaluación inicial

Igualmente, la Consejería entiende que será muy importante la evaluación inicial individualizada del alumnado, para detectar los posibles aprendizajes imprescindibles no adquiridos en el curso que está finalizando, de modo que se pueda implementar un refuerzo en las primeras semanas del próximo. Considera el refuerzo educativo en horario escolar de especial importancia, especialmente en las materias instrumentales (lengua, matemáticas y primera lengua extranjera). Se refuerza el papel de las tutorías y de la orientación, y el texto incorpora la posibilidad de desarrollar un plan de actuación digital, que aborde la mejora en la organización y gestión del centro en la información y comunicación, así como en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La Consejería pide a los centros que prevean un «hipotético escenario de no presencialidad»

En estas primeras instrucciones, también se recoge que los niños reciban al comienzo de curso más atención emocional y social. A la Mesa Sectorial también llevó la Consejería las instrucciones para el desarrollo del currículo de Educación Primaria y de Educación Secundaria, a la espera de que finalice el proceso de elaboración de los nuevos decretos y órdenes para estas enseñanzas, que se ha visto interrumpido por el covid-19.

En definitiva, medidas aún muy generales que no han contentado a los sindicatos de enseñanza, que siguen echando en falta instrucciones claras de cómo se van a organizar los centros atendiendo a las medidas de prevención y seguridad que hay que poner en práctica.

¿Se harán grupos de 15 o 20 alumnos? ¿Habrá que comer en las clases, como apuntó el Ministerio? ¿Se tendrán que habilitar espacios como gimnasios y salas de usos múltiples para dar clases y garantizar las medidas de seguridad?

Los sindicatos

El sindicato CSIF entiende que «solo con un plan de actuación serio, que tenga previstos recursos materiales y personales suficientes y medidas para extremar la seguridad, así como la adecuación de espacios, seremos capaces de afrontar con garantías el primer trimestre del curso escolar», según dijo su responsable en Córdoba, Samir Wahad. En relación con las instrucciones de la Consejería de Educación, CSIF las considera «una declaración de buenas intenciones, pero no especifican qué apoyo van a recibir el profesorado y los equipos directivos para su puesta en funcionamiento». De hecho, «suponen un incremento de las responsabilidades y labores del sector docente, de no contarse con recursos materiales y personales adicionales», precisa.

Los profesores reclaman que se bajen las ratios y se dupliquen las plantillas

Desde la FeSP UGT Andalucía entienden que, «para tener una enseñanza de calidad, esta debe ser presencial, por lo que hemos exigido a la Administración que se bajen las ratios para así poder cumplir con todas las garantías sanitarias». CCOO ha elaborado un documento con 20 medidas que considera «básicas» para retomar la actividad educativa presencial en Andalucía, entre las que destaca «la necesidad de una escolarización adaptada, con una ratio de 15 alumnos por aula, que garantice el distanciamiento físico y evitar el cierre de unidades escolares en la escuela pública». ANPE considera que se hace recaer toda la responsabilidad en los docentes.