El proyecto del equipo de gobierno, una vez derribe el antiguo Pabellón de la Juventud, es sacar a licitación la construcción de un nuevo equipamiento y la gestión del mismo por parte de una empresa privada, siguiendo el modelo empleado en otros gimnasios de Córdoba como el Go-Fit de San Cayetano. Durante una de las últimas visitas de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el concejal Antonio Rojas al barrio del Sector Sur, el también presidente del Imdeco reconoció que era «complicado» que el Ayuntamiento hiciera una inversión de 7 o 8 millones de euros para acometer el proyecto desde lo público (algo que había pedido el grupo municipal de Ganemos Córdoba), por lo que habría que recurrir al sector privado.

No obstante, el concejal aseguró a los vecinos en aquella ocasión que el pliego de condiciones para la adjudicación deberá llevar unas cláusulas sociales que faciliten el acceso a personas mayores y colegios, así como la estipulación de tarifas y precios asequibles.

Según los cálculos del gobierno municipal, el futuro equipamiento del Pabellón de la Juventud tendrá cuatro o cinco plantas y una o dos de sótano para aparcamientos. Tendrá una piscina de 25 metros y otra de chapoteo (que eran las principales reivindicaciones de las asociaciones de vecinos de la zona), en la primera planta, así como salas de cardio, fitness y cafetería en las sucesivas plantas. Además, a petición de los vecinos, conservará algunas de las características estatuas que desde su construcción lucen en la fachada de este emblemático edificio, una petición que ha sido recogida por los responsables municipales.