Cuando el nuevo equipo de gobierno tome las riendas del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) se va a encontrar con unas 40 facturas a proveedores sin pagar y por valor de 273.300 euros. Dichas facturas corresponden a obras y servicios realizados en las salas de barrios, campos de fútbol e instalaciones municipales que el Imdeco tiene cedidas a adjudicatarios (la mayoría clubs deportivos) y que, según el criterio de la Intervención municipal, debían haber pagado ellos por ser quienes explotan los equpamientos y no el Ayuntamiento.

Las facturas corresponden a obras realizadas durante todo el mandato, y que van desde la construcción de unos vestuarios en el campo de fútbol de Poniente, a la adquisición de un termo para suministro de agua caliente sanitaria en el campo de la Asomadilla, la compra de una fregadora automática para el IDM Margaritas o de un sistema de musculación para el IDM Valdeolleros.

La formulación de los reparos suspensivos a estos gastos derivados de los diferentes convenios de gestión entre el Imdeco y las asociaciones deportivas podía haberse salvado con su correspondiente levantamiento en un pleno ordinario, que hubiera sacado a la luz pública, eso sí, la existencia de los débitos. Esta fórmula del levantamiento del reparo hubiera permitido al Ayuntamiento abonar las facturas a esos proveedores, pero no se ha empleado. Este medio requirió ayer la respuesta del responsable del Imdeco, Antonio Rojas, sobre estos impagos, pero declinó darla.

Se da la circunstancia, además, de que algunos de estos proveedores han recurrido a la vía judicial para cobrar sus facturas, ya que es una circunstancia que prevé la ley de contratos. En esos casos, la resolución judicial hace decaer el reparo (por lo que el Ayuntamiento termina pagando al final), sin perjuicio, eso sí, de que la interventora considere que hay infracción contable o de alcance y lo mande al Tribunal de Cuentas. En el trasfondo está la falta de regulación en algunas de estas instalaciones cedidas por el Imdeco y la praxis adquirida.