El Instituto Municipal de Deportes de Córdoba (Imdeco) tratará de acelerar el derribo del Pabellón de la Juventud, cuyo contrato de licitación se aprobó ayer, después de acumular más de un año de retraso, que han impedido al gobierno municipal cumplir una de sus principales aspiraciones este mandato. El presidente del Imdeco, Antonio Rojas, llevó ayer por fin al consejo rector del Imdeco el nuevo pliego de licitación para demoler el inmueble, después de que en septiembre el anterior pliego se echara para atrás por incluir la construcción de un aparcamiento temporal, algo que la Intervención no consideró procedente, hasta que se construyera un polideportivo en esos terrenos.

El contrato que sale ahora a licitación solo incluye la demolición del edificio, por un precio, IVA incluido, de 119.000 euros, y el plazo para la ejecución del proyecto es de tres meses, si bien se puntuará mejor a las empresas que ofrezcan una reducción de esos tiempos. El único cálculo que Rojas se atreve a hacer a estas alturas del partido es que las ofertas para el contrato, una vez que se suba a la plataforma de contratación, deben presentarse en un plazo de 20 días naturales, con lo que nos iremos a mediados de marzo.

A partir de ahí, se desarrollará el habitual proceso de licitación, que durará como mínimo un mes. De este modo, si los planes le salen muy bien, muy bien, al gobierno municipal la piqueta de demolición podría empezar a actuar antes de las elecciones del 26 de mayo. Pero será difícil. El primer teniente de alcalde, Pedro García, fue muy critico en declaraciones a Cadena Ser, asegurando que el proceso llega tarde ya que desde noviembre del 2017 estaba concluida la cesión del inmueble, propiedad estatal, al Ayuntamiento. También recordó que en este tiempo se ha procedido incluso al cese del gerente.

El proyecto / Lo que ya sin duda será imposible es ver en este mandato el polideportivo que el gobierno municipal quería hacer después de que se derribase el antiguo Pabellón de la Juventud. La intención del Ayuntamiento era construir un polideportivo con una inversión de más de 7 millones de euros y que la gestión la llevase a cabo una empresa privada, siguiendo el modelo empleado en otros gimnasios de Córdoba como el Go-Fit.

Según el proyecto que presentaron a los vecinos en septiembre del 2017, el edificio tendría entre 4 y 5 plantas, sótano, dos piscinas y varias salas deportivas.

Los retrasos continuos en este proceso administrativo y político han terminado obligando al equipo de gobierno a recalcular su hoja de ruta respecto a este edificio del Sector Sur, que lleva veinte años cerrado.