La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz (Ciudadanos), visitó ayer por primera vez Córdoba desde que tomó posesión del cargo, para conocer el trabajo que realizan los centros de participación de mayores de la Junta de Andalucía, y que el nuevo gobierno, según anunció, quiere fomentar con un plan estratégico cuyas líneas no avanzó más allá de indicar que estará enfocado en la prevención de las enfermedades crónicas, «cuidando mucho en los centros de día y residenciales de los aspectos nutricionales, las terapias ocupacionales, el ejercicio físico, y fomentando la inspección de los centros, con un amplio programa de actividades que negociaremos con las asociaciones».

Para poner en pie tales medidas, según Ruiz, la Consejería que dirige se coordinará con la Salud y Familia, que está en manos del PP, con el fin de revisar la atención asistencial que se presta al colectivo de mayores. Además, se comprometió a «mejorar la atención que se presta en los centros de participación de mayores, intensificando las inspecciones para garantizar la calidad de los servicios prestados en ellos, así como la renovación de las instalaciones a través de inversión por parte de la Junta de Andalucía».

La consejera insistió ante los medios en que «las personas serán una prioridad y desde la Junta vamos a promocionar siempre los modelos de envejecimiento activo porque sabemos que es un problema que se nos viene encima por el envejecimiento progresivo de la población».

Rocío Ruiz eligió para su primer encuentro en Córdoba el centro de participación social Córdoba II, situado en la avenida de Cádiz, que puso de ejemplo de trabajo con los mayores de la zona, al tiempo que destacó «el papel de estos centros en la mejora de las condiciones de vida de las personas mayores».

Andalucía cuenta con casi 650 centros de participación activa, 168 de los cuales son de titularidad de la propia Junta, que agrupan a más de 500.000 socios y desarrollan más de 100.000 horas de talleres. En Córdoba, existen actualmente 27 centros de este tipo, que atienden a más de 65.000 mayores de más de 60 años, entre los que la presencia de mujeres es mayoritaria. Para Ruiz, «esta red de centros es clave para la promoción e impulso de los programas de envejecimiento activo diseñados por la Administración autonómica».