La Asociación Empresarial de Hostelería de Córdoba (Hostecor) y la asociación profesional Córdoba Apetece han mostrado su «temor a que la deriva en la que ha entrado la mesa de veladores del Ayuntamiento de Córdoba vaya a facilitar la creación de categorías de veladores, unos de primera y otros de segunda, según la apreciación o el gusto subjetivo de alguien que tenga poder para ello».

A través de un comunicado, las dos organizaciones exponen así su «miedo a que decisiones personales y subjetivas determinen cuáles son los lugares del entorno de Bienes de Interés Cultural (BIC) en los que caben o no veladores, como se ha planteado ahora desde la presidencia de la mesa». En esta línea, subrayan que «si la primera propuesta desde el desconocimiento absoluto (eliminar las terrazas de todos los entornos BIC, lo que conllevaría su aniquilación de todo el casco histórico) era un absurdo mayúsculo, la reconversión al nuevo planteamiento (retirar unas sí y otras no) va camino de provocar una arbitrariedad inaudita e inadmisible en un Estado de derecho».

Por esto, Hostecor y Córdoba Apetece reclaman que «cualquier actuación en este sentido se plantee desde criterios objetivos, que no puedan caer en la arbitrariedad de decisiones personales». Al mismo tiempo, expresan su «inquietud por que la rectificación en el primer planteamiento de la retirada de veladores de los entornos BIC permita primar intereses que no sean los colectivos de la ciudadanía cordobesa».

Por último, la federación provincial Comercio Córdoba, que junto a Hostecor y Córdoba Apetece abandonó a mediados del pasado mes de octubre la mesa de veladores «por la pérdida de los criterios que informaron su constitución», según precisa el mismo comunicado, ha mostrado su apoyo a la hostelería «a la hora de defender unas normas objetivas y en el temor de que se creen distinciones entre unas terrazas y otras».

Como ya publicó este periódico, el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García, afirmó el martes pasado que no se podrán instalar veladores «a unos metros de Bienes de Interés Cultural», una idea en la que insistió más tarde, explicando que no se eliminarán pero sí se limitarán con el objetivo de compatibilizar el negocio de la hostelería con los espacios protegidos. Entre otros aspectos, la ordenanza municipal sobre veladores indica que «no se autorizarán terrazas que menoscaben la contemplación, el disfrute o las características específicas y relevantes de espacios públicos, monumentos o edificios singulares, incluso aunque no cuenten con protección especial».