No es extraño que en una ciudad como Córdoba los patronos de la misma pasen desapercibidos ante la multitud. Son muchos los cordobeses que quizás no sepan que los patronos de la ciudad son, junto a la Virgen de la Fuensanta, San Acisclo y Santa Victoria, los jóvenes mártires que dieron su vida por defender la fe.

Una festividad que se celebró ayer con distintos actos que pusieron de relieve la figura de los patronos de la ciudad. Así, la diócesis los recordó con una eucaristía por el rito hispano-mozárabe que como en años anteriores tuvo lugar en la basílica menor de San Pedro, donde se veneran las reliquias de los mártires cordobeses.

Una basílica que ayer estaba cargada de simbología martirial. De este modo, en el altar mayor lució la urna que contiene los restos de los mártires que se custodian en la capilla del sagrario, mientras que en el crucero de San Pedro la imagen de Nuestra Señora Reina de los Mártires, titular de la hermandad de la Buena Muerte, con motivo del 75 aniversario de la fundación de la cofradía, celebró ayer un besamanos extraordinario en la basílica de San Pedro. Durante toda la mañana los fieles, cofrades y curiosos pudieron contemplar una imagen para la historia de esta corporación.

No fue el único acto. Por la tarde, un nutrido número de cofrades encabezados por la hermandad de la Misericordia, organizadora del acto, se dieron cita en el Puente Romano, donde la ciudad recuerda a sus patronos para realizar una ofrenda floral, un emotivo acto que sirvió de antesala a la señalada misa de rito hispano-mozárabe que llenó de solemnidad la basílica de San Pedro.

Tras la eucaristía se comenzó a formar el cortejo que trasladaría a Nuestra Señora Reina de los Mártires desde San Pedro hasta su sede canónica en la Real Colegiata de San Hipólito.

La imagen fue portada en una sencilla parihuela exornada con jarras de orquídeas, dejando estampas para la historia. De este modo pasó por enclaves como la plaza de la Corredera, las Capuchinas o la ermita de San Zoilo.

En la parte musical intervino la capilla musical Ars Sacra, que interpretó hermosas melodías al paso de la dolorosa de la hermandad de la Buena Muerte.

Se cerraba un intenso día en honor de los patronos de la ciudad, que fueron recordados y homenajeados en este día donde la Iglesia celebra su festividad.

Un día que servirá de preámbulo al triduo que desde el próximo día 24 de noviembre la hermandad de la Misericordia le dedicará en la basílica de San Pedro para gloria y honor de los patronos de la ciudad.