En el viejo caserón del hospital del Cardenal Salazar, sede de la Facultad de Filosofía y Letras, en el que durante 40 años ha pasado la mayor parte de su vida, como docente, investigador y gestor universitario, el profesor Enrique Aguilar Gavilán ha recibido un emocionado y cálido homenaje, tras su jubilación, por parte de profesores, familiares y amigos, en el que no ha faltado el rector, José Carlos Gómez Villamandos, y parte de su equipo de gobierno; el presidente del Consejo Social, Francisco Luis Córdoba, y el exrector Eugenio Domínguez. Tras el acto académico, en una comida en el Círculo de la Amistad, ya mucho más personal, los asistentes le han hecho un regalo y le han demostrado su cariño y amistad.

Enrique Aguilar, que padece ELA desde hace casi tres años, ha manifestado, emocionado, que "la Universidad de Córdoba me ha dado lo que yo más podría soñar: ser profesor universitario, formarme en ella y ver a alumnos míos ya como profesores". Ha agradecido a la Universidad que le haya facilitado la docencia hasta el último día, colocando rampas y adaptando las instalaciones a sus dificultades físicas.

El rector, José Carlos Gómez Villamandos, ha calificado al profesor de Historia Contemporánea como "un claro referente" en la Universidad, que ha conectado la UCO con la sociedad, una persona "enormemente coherente a la que todo el mundo respeta", y ha resaltado "su sentido de pertenencia a la universidad de Córdoba".

La directora del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América de la UCO, Soledad Gómez Navarro, ha glosado la figura del profesor Aguilar Gavilán, al que conoce desde hace 40 años, destacando su labor como maestro, como profesor universitario, y en la gestión, y ha concluido que es "el universitario con letras mayúsculas", pero además "un profesor con clara conciencia social". Soledad Gómez ha señalado que su maestro y compañero en el departamento "es un corredor de fondo, un luchador nato, que no ha querido rendirse en los últimos tiempos", desde que padece la enfermedad que lo postra en una silla de ruedas.

También le ha dirigido unas palabras uno de sus alumnos, Rafael Castejón Marín, y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Ricardo Córdoba de la Llave.