El Parque de Levante es una reivindicación vecinal que se remonta a los años ochenta y cuyo proyecto, a lo largo de este tiempo, ha sido prometido por distintas corporaciones municipales. Ya en el año 2003 los vecinos esperaban la ejecución de las instalaciones e incluso se colocó la primera piedra, acto que se repitió en otra ocasión, tres años después, en el 2006, siendo Rosa Aguilar alcaldesa. Los trabajos, que ejecutaba Prasa por un convenio con Urbanismo, quedaron parados en el 2007, pero se reanudaron un año después para quedar como estaban hasta que el actual equipo de gobierno inició las obras en febrero del 2018.

El Parque de Levante es un proyecto incluido en los presupuestos de Urbanismo de 2016. El organismo municipal convocó el concurso en agosto del 2017 y se presentaron nueve empresas. Finalmente se licitaron las obras por un presupuesto de 344.359 euros, es decir, un 20% por debajo del precio de la adjudicación inicial. Aunque los colectivos vecinales de la zona mostraron su satisfacción por el reinicio de las obras, advirtieron que no por ello renunciarían a los equipamientos deportivos que estaban contemplados con anterioridad. Además, el Consejo del Movimiento Ciudadano se pronunció en un pleno aceptando el proyecto, pero sin renunciar tampoco a las instalaciones previstas. Ayer, el teniente de alcalde de Urbanismo indicó que esas obras corresponde al Instituto Municipal de Deportes (Imdeec).

La puesta en valor del Parque de Levante se une a la que la Gerencia de Urbanismo aspira también a acometer en el Parque de El Patriarca. Ambas forman parte de una estrategia urbanística mucho más ambiciosa, que pasa por cerrar el anillo periurbano de zonas verdes en Córdoba. El PGOU contiene un capítulo específico dedicado a los parques del anillo periurbano, en referencia al sistema de grandes parques que, con distintos tratamientos, conforman el más importante sistema de espacios libres de la ciudad: desde el parque de El Patriarca hasta el de la Asomadilla y de ahí al parque de Levante y el del Canal. Este sistema persigue la conectividad ecológica de esas zonas verdes en la ciudad y que éstas no sean pequeñas islas aisladas sino tramas por las que ir de un lado a otro de Córdoba pisando verde.