-¿Cómo compatibiliza sus dos cargos?

-Bien, porque no coinciden ni los plenos, ni las comisiones. He renunciado al sueldo del Senado y me quedo con Andalucía por compromiso personal. He vuelto a mi tierra después de 13 años en un momento histórico.

-Se le nota ilusionado.

-Muchísimo, con mis compañeros he hablado de que llegas de noche a casa cansado y no dejas de darle vueltas a la cabeza para poner en marcha iniciativas. ¡Tenemos tanta ilusión! Queremos una legislatura donde no haya descalificación, ni etiquetado, pero donde se avance desde la sana diferencia. Por ejemplo, el otro día Adelante Andalucía presentó una iniciativa sobre Rabanales 21 que salió adelante con los votos de todos porque no había ninguna carga ideológica y era sensanta. Ese es el ejemplo.

-¿Cree que Vox va a permitirles una legislatura exenta de confrontación?

-Cuando hablamos de acuerdos estamos hablando de quienes tienen una idea constitucional, centrada y sensata de la política. A nosotros no nos va el ruido, ni el insulto. Quien esté en ese camino va a tener difícil el acuerdo con Ciudadanos. Defendemos la discrepancia ideológica porque define la democracia, pero otra cosa es lo que perjudica al conjunto de la ciudadanía. Es mucho mejor construir que destruir.

-¿Es exportable en España el Gobierno formado en Andalucía con el apoyo de Vox?

-Lo que tenemos claro ahora mismo es que el PSOE es un problema para España y para Andalucía. El otro día llevamos al Parlamento andaluz una proposición no de ley para condenar el separatismo y el golpismo, y nuestra sorpresa fue que el PSOE no la votó. Cuando digo que el PSOE, que es ahora el partido sanchista y el partido susanista, es un problema, lo digo porque no está ni en la centralidad, ni en el constitucionalismo. Prefieren llegar a acuerdos con quienes quieren destruir la nación, que con quienes queremos protegerla. Con ese PSOE es complicado llegar a acuerdos.

-De hecho, ya ha dicho Ciudadanos que no pactará con ellos.

-Con el PSOE de Pedro Sánchez, no, porque ha preferido estar con quienes insultan al resto de españoles. No hay nada que negociar con quienes han pactado con Otegui. Que un partido proetarra diga que quiere que salga este señor es motivo suficiente para no votar a Pedro Sánchez.

¿En Córdoba tampoco vería posible un pacto con el PSOE?

-Aquí, el ambrosismo también es un problema, porque podía haber llegado a acuerdos de una forma centrada y se ha puesto de acuerdo con el populismo, de izquierdas, que no tiene ni idea de gestión. Los cordobeses no comprenden lo que se está haciendo en el Ayuntamiento, que expulsa a quienes vienen a invertir en Córdoba. El ambrosismo se define como una buena palabra, pero ni una buena acción. Ambrosio se ha puesto en manos del populismo de Pedro García, el verdadero alcalde, que está consiguiendo que Córdoba se empobrezca. Los cordobeses están mucho más descontentos que hace cuatro años.

-¿Lo dice porque ya tiene encuestas de Córdoba?

-La del descontento es palmaria, está en la calle.

-Algunas encuestas prognostican una bajada de Cs el 28-A.

-La del Centro de Investigaciones Socialistas no es creíble. Los sociólogos acreditados han desaconsejado la fiabilidad del actual CIS. La prueba es que no aciertan ni una. Respecto a otras, lo que decimos siempre: que son encuestas y la única que vale es la de las urnas. Ahí Ciudadanos es el único partido que crece siempre.

-¿Qué cree que pasará en las elecciones generales?

-Creo que se va a liderar desde el centro una alternativa de gobierno que piense en cuál es el proyecto que necesita España. Lo digo de corazón, el proyecto de Cs, tarde o temprano, gobernará España.

-¿En qué han podido notar los andaluces que hay un nuevo Gobierno al frente de la Junta?

-En las formas y en las medidas. En un mes hemos hecho ya más que el PSOE. Lo que teníamos antes era un partido que te decía cómo te tenías que sentir andaluz y que decía: Andalucía y la Junta soy yo. El PSOE ha estado 444 meses gobernando y solo lleva tres en la oposición dándonos una lección diaria de los siete pecados capitales. No han asimilado que ya no son gobierno.

-¿Reportará muchas sorpresas la auditoría que han encargado?

-No hemos hecho nada más que levantar un poquito la alfombra y nos estamos llevando las manos a la cabeza. Cuando se levante entera la alfombra, los andaluces sabrán el conjunto total de lo que se ha malgastado. De momento, hemos cerrado 85 consorcios, porque no tenían actividad pero tenían presupuesto, eran chiringuitos de colocación. Hemos enviado al paro a los colocados del PSOE. Frente a esto, solo en reducción de altos cargos, que ha sido un 25%, hemos ahorrado 6 millones; y en la forma de gestionar ahorraremos 10 más.

-¿Les está costando mucho trabajo encontrar candidato para Córdoba o ya lo tienen pero no quieren decirlo aún?

-Córdoba va a tener a la persona perfecta para liderar una candidatura alternativa que gobierne Córdoba los próximos años.

-Sin ser aún un partido con mucho músculo, ¿cómo busca Ciudadanos a sus candidatos?

-Siendo un partido con 13 años de vida, creemos que debemos estar abiertos a que el talento se incorpore de la empresa, de la educación o del funcionariado.

-¿Por qué le cuesta a la gente dar el paso?

-Porque la política está desprestigiada. La política no es el rufianismo, que viene a hacer show. Si esto te lo tomas en serio, la dedicación es absoluta y sacrificada.