"Una recarga de felicidad". Así lo ha bautizado Daniele Scolari, el maestro heladero de la firma Buonissimo que por cuarto año consecutivo ha trasladado su versión del tradicional carrito del helado hasta el hospital Reina Sofía con el único objetivo de endulzar el día a los pequeños que en pleno mes de agosto están en el centro. Para ello, viaja acompañado por su mujer desde la avenida Ronda de Isasa, donde se encuentra su establecimiento, a bordo del carro, que lleva una especie de bicicleta incorporada. Desde primera hora de la mañana, los niños y sus familiares esperaban esa visita tan especial, que les ha permitido degustar helado artesano y olvidarse por un rato de dónde están.

Según Scolari, en esta ocasión, tras consultar con los facultativos los detalles de alergias e intolerancias, han acudido al centro hospitalario cargados con diferentes sabores, realizados todos con productos de la tierra. En concreto, sorbetes de sandía, el sabor estrella de la jornada, y limón para los intolerantes a la lactosa, y el top ten de los helados más pedidos por los niños, el chocolate y la vainilla.

Padres de dos niños, Scolari y su mujer decidieron un día ofrecer esta actividad lúdica al hospital para poner su granito de arena en el bienestar de los niños y, desde hace cuatro años, cada mes de agosto no faltan a la cita. "Nos hace ilusión poder contribuir a que sonrían y lo pasen bien, para nosotros es muy bonito ver cómo nos reciben", aseguran.

Según Ana Calvo, responsable de las actividades motivacionales para los niños hospitalizados en el Reina Sofía, el helado artesano es un alimento al que no hay que renunciar, ya que hay productos para celiacos, diabéticos o intolerantes a la lactosa, y que además resulta estimulante y atractivo para los niños que por algún motivo están ingresados. "También se recomienda que lo tomen a los menores que están en Oncología para combatir la sequedad de boca que les generan algunos tratamientos".

Algo más de una veintena de niños hospitalizados en el centro, cuya ocupación baja a la mitad en los meses de verano, y sus correspondientes familiares, han disfrutado de lo lindo por el gesto altruista de Buonissimo. Las próximas actividades en el centro tendrán que ver con la magia, la música y la realidad virtual. El objetivo siempre, amenizar la estancia de los niños.