-¿Qué efectos ha tenido en la delegación de Empleo y Economía la crisis sanitaria del covid-19?

-Me preocupa más el efecto que ha tenido y tiene en la ciudadanía cordobesa esta crisis donde se han visto involucrados más de 41.000 personas en erte y donde otras muchas han pasado a ser desempleadas o no han podido comenzar a trabajar por la paralización de actividades. Hemos perdido temporadas muy fuertes como la Semana Santa o el mayo cordobés. Creo que esta población es la que más ha sufrido los efectos del coronavirus y está sufriendo.

-¿Cuáles han sido los principales problemas que ha tenido que abordar?

-Sin duda alguna la tramitación de los erte. No porque fuera un problema en sí, sino por la ingente cantidad de solicitudes, lo que ha supuesto un reto para este servicio que en todo el año 2019 tramitó unas 40 solicitudes y ahora han sido casi 8.000 expedientes. Casi toda la delegación ha estado involucrada en la tramitación porque la prioridad era resolver los erte para que el SEPE pagara cuanto antes a los trabajadores, y las empresas puedan acogerse a las medidas del Gobierno. Agradecer a los funcionarios la implicación que han tenido.

-¿Qué medidas cree que es necesario que adopten las administraciones para que se pueda agilizar la actividad?

-Durante el estado de alarma hemos trabajado para que cuando superemos la crisis sanitaria Andalucía tenga la base para una pronta recuperación buscando fórmulas para apoyar a las empresas, porque tenemos claro que hay que cuidar al empresariado más que nunca. Entre las medidas principales está la ayuda de 300 euros para autónomos, el decreto de simplificación de trámites que reduce la maraña burocrática, la convocatoria de ayudas por valor de 43 millones de euros para fomentar la I+D+i empresarial, el apoyo financiero a autónomos y pymes a través de Garantía o IDEA; o los 22 millones destinados a proyectos de Transformación Digital de las pymes.

-¿Qué es prioritario para su Delegación y por qué?

-Para la Junta de Andalucía lo necesario ahora mismo es apuntalar el empleo que existía para que no se pierda. Un plan de ayudas públicas que apueste por incentivos destinados más al mantenimiento de empleo que a su creación, centrados sobre todo en comercio y hostelería, porque lo que tenemos que evitar ahora mismo es que los erte se conviertan en ere.