Nada más empezar en enero pasado la construcción de un colector de aguas pluviales en la confluencia de la ronda del Marrubial con la calle Sagunto, la empresa municipal Emacsa se vio sorprendida por la aparición de restos de muros de viviendas, de pavimento de mortero de cal, de un vertedero y de cerámica, a los que se sumaron después los de una necrópolis romana. Dos meses después del hallazgo es posible saber algo más de aquellos vestigios del pasado y de otros nuevos que han aflorado con la actividad arqueológica preventiva que empezó el 8 de enero.

La delegación territorial de Cultura de la Junta ha realizado un balance de la intervención, que aún no ha concluido (falta todavía la memoria), en el que muestra la secuencia temporal de lo descubierto hasta el momento. Entre los restos destaca la necrópolis romana, de la que se han excavado treinta tumbas, ocho de ellas infantiles. Esa necrópolis no ha sido ninguna sorpresa, ya que en actuaciones anteriores en la ronda del Marrubial se hallaron restos de la misma. Durante la intervención, y según relata Cultura, «se han detectado también niveles de época califal, representados por acumulaciones de material, vertederos», así como de «una fase posterior, almohade, representada por restos de un arrabal con presencia de estructuras domésticas y viarias, que, dada la escasa anchura del área excavada», que es de dos metros, «no se pueden documentar al completo». Entre los vestigios del pasado, destaca una gran pieza arquitectónica que podría corresponder a la cornisa de un edificio. Cultura explica que esa pieza está «descontextualizada al haber sido localizada en un borde de la zanja y sin conexión con otras estructuras».

Todos los materiales recuperados, incluidos los restos óseos humanos, están siendo extraídos e inventariados para trasladarlos al Museo Arqueológico.

A pesar de la aparición de estos testimonios de otro tiempo, la construcción del colector «está discurriendo a buen ritmo», según señala la Junta, ya que «el equipo de arqueología va trabajando por delante de la ejecución de la obra». Cultura explica que «el control arqueológico de movimiento de tierras» permite, una vez documentados los restos arqueológicos, «proceder a su levantamiento e instalar el colector». Eso sí, la traza de este colector se ha modificado levemente en un punto de la calle Sagunto para no afectar a la estructura arquitectónica hallada, que, según Cultura, «por la escasez de superficie excavada, no permite definir su adscripción y se ha conservado in situ» protegida.

Cultura indica que los trabajos se centran ahora en la zanja paralela a la ronda del Marrubial, donde los arqueólogos no esperan que aparezca más necrópolis al haber menos de dos metros de profundidad y porque es una zona afectada por las conducciones de electricidad, agua y gas y por las raíces de los árboles.