Las obras que lleva a cabo la empresa municipal Emacsa en la calle Sagunto se han topado con vestigios del pasado. Durante el transcurso de una actividad arqueológica preventiva han aflorado «restos de muros, posiblemente de viviendas, y un pavimento de mortero de cal que se está limpiando», según ha explicado el delegado territorial en funciones de Cultura, Francisco Alcalde, que señala que, hasta que no concluya la intervención y esté el informe, «no podrá resolverse al respecto».

La actividad arqueológica preventiva, autorizada en agosto del año pasado por Cultura con motivo de la construcción de un colector de aguas pluviales en la confluencia de la ronda del Marrubial con la calle Sagunto, comenzó hace un par de semanas y, según indica el delegado, los resultados son aún «muy parciales». Además de los restos de muros que podrían pertenecer a viviendas y del pavimento de mortero de cal, el delegado indica que se aprecian vestigios de un posible vertedero urbano. En el lugar del hallazgo ha aparecido también cerámica, que no se estudiará (lavándola e identificándola posteriormente) en su conjunto hasta que no acabe la actividad arqueológica. Alcalde asegura que la cerámica que se ha identificado hasta el momento es de época bajomedieval.

Lo que sí está claro es que los restos arqueológicos encontrados no tienen nada que ver con las murallas del Marrubial, sino que «se trata de una ocupación de este espacio extramuros en época bajomedieval».

No es la primera vez que aparecen restos arqueológicos en la zona en menos de un año. Con motivo de las obras que la Junta ha llevado a cabo junto a la muralla para construir un carril bici y un acerado más amplio, afloraron vestigios de su barbacana.

En agosto pasado, frente a la calle Poeta Solís, aparecieron restos de barbacana de fase bajomedieval datados en la segunda mitad del siglo XIV. El delegado de Cultura explicaba entonces que la traza del tramo de muralla encontrado se adaptaba al trazado de una de las torres. A raíz de ello, se modificó el trazado de los cables para que no afectaran a la barbacana. Aquellos restos se taparon, ya que no presentaban el mismo estado de conservación que los que habían aparecido en junio al estar atravesados por una tubería de abastecimiento. Hay que recordar que un par de meses antes, y junto a la puerta del colegio de los Trinitarios, afloraron restos arqueológicos del muro defensivo que completaba a la muralla del Marrubial. Entonces, Cultura y Urbanismo, de acuerdo con la dirección de obra, acordaron su conservación in situ y su posterior puesta en valor, y procedieron a su protección con geotextil y arena.

Los restos de junio siguen protegidos con geotextil y arena y delante de ellos se ha colocado una baranda. La retirada de las vallas de obra está a la espera de la recepción por parte de la Junta, ya que los trabajos llevan terminados desde final de año.