La teniente alcalde de Hacienda, Alba Doblas, ha requerido a las delegaciones y empresas municipales proyectos y propuestas para invertir el superávit que arroje la liquidación. Lo hace a pesar de que aún está pendiente la liquidación del presupuesto del 2017, que debía haber estado lista a fecha 31 de marzo. Mientras que esto sucede, Doblas ha querido ganar tiempo y les ha dado de plazo hasta el día 16 para proponer en qué invertir el excedente municipal a través de las llamadas inversiones financieramente sostenibles. Hay que recordar que este año, gracias a la movilización de los alcaldes de la FEMP, el Ministerio de Hacienda ha abierto el abanico de materias en las que puede invertirse el superávit (servicios de seguridad, protección civil y extinción de incendios, asistencia social primaria, creación y funcionamiento de centros infantiles y de primaria, bibliotecas, instalaciones deportivas y rehabilitación de edificios), que antes debía emplearse casi de manera íntegra al pago de la deuda de los ayuntamientos.

Precisamente, el PP propuso el lunes a la alcaldesa la celebración de un pleno extraordinario para decidir en qué invertir el superávit, algo que, al menos de momento, no ha tenido respuesta.

El año pasado, no sin polémica porque la operación se hizo sin la conformidad de la interventora municipal, se aprobaron inversiones por 20 millones de euros. De ellos, algo más de 8 millones fueron al pago de deuda, y el resto, 11,5 millones, a la compra de una veintena de autobuses propulsados a gas y a la mejora de la planta de compostaje de Sadeco.