La Guardia Civil se incauta de en torno a medio millar de armas cada año en Córdoba y la mayoría son blancas, aunque en el caso de las de fuego se trata, sobre todo, de escopetas y rifles. Esta es la información facilitada por la Comandancia a este periódico, destacando en alusión a las causas que estas pueden ser muy variadas, aunque cuando los agentes intervienen armas blancas y prohibidas la mayoría de las veces la actuación es realizada por las patrullas de Seguridad Ciudadana en servicios preventivos, mientras que si son armas de fuego se toma esta decisión, fundamentalmente, como medida cautelar en causas de violencia de género y también cuando se ha cometido con ellas alguna infracción penal o administrativa.

Una vez que las armas son retiradas a su portador o al propietario, estas quedan depositadas en las intervenciones de armas y explosivos, y permanecen a disposición de la autoridad judicial o administrativa, que son las que deciden su destino en la resolución de los expedientes o procedimientos.

Consultada por el papel del Instituto armado en la retirada del permiso de armas a ciudadanos, la misma fuente recuerda que la obtención de una licencia está supeditada al cumplimiento de requisitos y entre estos destaca un informe de aptitudes psicofísicas y otro de conducta y antecedentes que sea favorable para el solicitante. De este modo, subraya que «los titulares de licencia o autorizaciones de armas han de mantener siempre esos requisitos» y cuando esta situación cambia «se inicia de oficio un expediente para revocarlas si procede», aclara.

LAS RENUNCIAS AUMENTAN / En cuanto al interés de los cordobeses por la posesión de armas, alrededor de 36.500 personas que viven en la provincia cuentan con alguna licencia o autorización para su uso y más del 95% la ha solicitado para la práctica de la caza o el tiro deportivo. El resto de los permisos se obtiene para realizar tiro olímpico y, en menor medida, son requeridos por coleccionistas o por aquellas personas que las portan para su autoprotección.

Cada año se conceden unas 400 nuevas licencias de armas en Córdoba, un número que se ha mantenido estable en los últimos ejercicios de acuerdo con lo manifestado por el Instituto armado. En cambio, señala que han aumentado las renuncias a las licencias, «sobre todo, en las personas mayores, que precisan presentar un informe médico cada dos años (si son mayores de 60) o cada año (si superan los 70)». De este modo, la misma fuente precisa que, aunque no existe un registro de las renuncias, esta tendencia «se percibe por el aumento del número de armas que se depositan para su destrucción». Acerca de las causas que podrían encontrarse detrás de este incremento, explica que «en la mayoría de los casos se debe al control que se ejerce de la presentación de visados médicos».

Desde la Benemérita recuerdan que es obligatorio depositar el arma cuando se produce una denegación o revocación del permiso para su empleo «tan pronto tengan conocimiento de la resolución». De otro lado, en el caso de que el titular fallezca, la normativa ampara a los familiares para trasladar y entregar las armas del fallecido aunque no tengan licencia.