Una vez extinguido el incendio que durante cinco días ha calcinado toneladas de plástico en la planta de reciclaje de Recicor XXI, de Grupo Barea, se intensifican los trabajos para esclarecer las causas que originaron las llamas. La Guardia Civil informó ayer de que ha enviado de Sevilla a Córdoba un equipo especializado en investigar este tipo de siniestros, que se ha sumado a la labor que realiza el Seprona y la actividad que desde el primer día han desarrollado los agentes en el lugar, asegurando que no había peligro para las personas ni para la seguridad vial, pese a las dimensiones que adquirió este fuego.

Fuentes de la Benemérita han explicado que el trabajo en la zona afectada comenzará una vez que se refresque, aunque, como se ha citado, ya se está realizando actividad en este sentido. Además, la Guardia Civil está instruyendo diligencias sobre lo ocurrido para trasladarlas a la autoridad judicial.

Hay que recordar que, pese a que el incendio se dio por extinguido el jueves pasado, finalizando el trabajo del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento en el lugar, todavía tardará «bastante días» en apagarse por completo, porque se ha depositado en la superficie tierra y cenizas pero en el interior quedan rescoldos, según explicó ayer el teniente de alcalde de Seguridad en el Ayuntamiento de Córdoba, Emilio Aumente. Este responsable municipal avanzó, además, que los bomberos elaborarán un informe de la situación.

Otra de las partes que ha recopilado datos desde el primer día del siniestro para elaborar su informe es la delegación de Medio Ambiente. Así lo han precisado fuentes de la Junta de Andalucía, destacando la labor que realizan los técnicos y precisando que la delegación se pronunciará sobre lo ocurrido una vez que reciba el documento.

Por ahora, no se han apuntado posibles causas del incendio, aunque el administrador de Grupo Barea, Antonio Barea, sí aludió el primer día a la posibilidad de que se hubiera producido por el efecto del calor en los materiales almacenados, recordando otro fuego en un vertedero de plástico que tuvo lugar en julio en el Lobatón.