Con el río siempre se vive en un eterno retorno. El recurrente debate sobre quién tiene las competencias de cuidarlo y mantenerlo vuelve una y otra vez, mandato tras mandato, sin que se resuelva lo que más urge, su acondicionamiento. El río ha sido en más de una ocasión protagonista de mociones de pleno que acaban en nada, la última, hace justo un año. Apenas queda rastro ya de las intervenciones que realizó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) hace siete y cuatro años, ni de las que hizo la Junta en los Sotos de la Albolafia por aquellos tiempos, y el río vuelve a estar devorado por la vegetación, que apenas permite vislumbrarlo. El Defensor del Pueblo acaba de aportar algo de luz en este constante dilema asegurando que quien tiene que limpiar el río a su paso por Córdoba es el Ayuntamiento, que, por otro lado, cuenta con un plan para hacerlo.

Polémica zanjada

La plataforma Por un Río Vivo, integrada por Ecologistas en Acción y otros colectivos, había formulado una queja al Defensor del Pueblo por la suciedad del cauce del río a su paso por la ciudad y por las ramas y residuos que se acumulan en el puente de El Arenal. La respuesta es clara: «Salvo que exista una obligación específica del organismo de cuenca de limpiar el cauce por haberse declarado la actuación de interés general y habérsele encomendado, o haberse suscrito un convenio a tal efecto, o ser la actuación necesaria para la protección del dominio público hidráulico (...), es el Ayuntamiento el que, previa autorización de la CHG, debe acometer la limpieza del cauce y demás actuaciones de mantenimiento».

Uno de los miembros de esta plataforma, Guillermo Contreras, piensa que «a este río no se le puede dejar solo, hay que cuidarlo». Contreras considera que «el Ayuntamiento debe cuidar el río, que es el jardín más importante de la capital», y tener asignado un equipo de mantenimiento para la limpieza y retirada de vegetación invasora y de limos. «La vegetación crece tanto que no se puede ver el río y eso no puede ser», señala. La plataforma opina que el Ayuntamiento debe llegar a acuerdos con la CHG, y no solo en el río, también en los arroyos.

El plan municipal

El Ayuntamiento tiene previsto desde hace meses ir más allá del servicio de limpieza que presta Sadeco y actuar en 13 kilómetros de río entre el puente de la autovía A-4 (linde del parque de El Arenal) y el de Abbás Ibn Firnás (variante Oeste). Para ello, cuenta con un proyecto que incluye la creación de una vía verde. El presupuesto estimado es de 1,3 millones, que estarán recogidos en los presupuestos del 2021, según asegura el presidente de Sadeco, David Dorado, que explica que se va a intervenir en ambas márgenes. El plan no se quedará ahí, ya que la idea del Ayuntamiento es que haya un mantenimiento anual.

Dorado explica que el proyecto responde al acuerdo que adoptó el Pleno el año pasado y que la voluntad es llevarlo a cabo «con o sin colaboración de las demás administraciones», aunque hace falta permiso de la CHG. A través de la moción de hace un año el Ayuntamiento se comprometía a elaborar un plan integral para adecentar las márgenes del río y a exigir a Gobierno y Junta que colaboren.

La propuesta

El proyecto plantea el «acondicionamiento de una vía verde a ambos lados del río aprovechando el entorno arquitectónico e histórico existente, con unas dimensiones tales que, sin afectar al hábitat natural, permitan el uso en condiciones de seguridad de los ciudadanos y el mantenimiento y limpieza periódica por parte de Sadeco». El fin es «mejorar el estado de las márgenes del río, eliminar el impacto visual y medioambiental que generan los residuos arrastrados por la corriente que se almacenan entre la maleza en ambas orillas y habilitar, como en otras capitales españolas, una zona de ocio para uso y disfrute de los turistas y ciudadanos». La propuesta técnica estima que la vía verde puede estar en servicio en un año, aunque el plazo de ejecución real será de cinco meses (uno para el plan de choque, tres para llevar a cabo la iniciativa y otro más para poner en servicio la vía verde). Siete meses tardarán los trámites previos (redacción del proyecto de ejecución y permisos).

El proyecto plantea tres actuaciones. En primer lugar, «crear tramos de vía de 4 metros de anchura en zonas invadidas por la vegetación y maleza en al menos un 15% de la longitud» de la misma en ambas márgenes. Las estimaciones son ejecutar una plataforma de pista de 4 metros de ancho por una longitud de 2 kilómetros. En segundo lugar, la vía se ampliará para adecuarla al uso previsto. En tercer lugar, se acondicionará el firme para el uso peatonal y motorizado. En cuanto a la limpieza, incluye un plan de choque con el que se retirarán maleza y restos vegetales. Después, se hará la plataforma sobre el terreno natural, que aprovechará el desnivel existente, y sobre ella se extenderá una capa de árido reciclado para mejorar el drenaje. La idea es colocar barandillas de madera donde haga falta. La segunda parte del proyecto consiste en el mantenimiento, que se hará de forma semanal y con un equipo de operarios y un vehículo que retirarán los residuos. Ese mantenimiento costará 88.191 euros al año.

El documento propone crear un grupo de trabajo con la CHG, el Ayuntamiento, Sadeco y asociaciones relacionadas con el río. El trazado de la vía no debe producir afección medioambiental negativa. El texto indica que se tendrá en cuenta en la limpieza de la vegetación la eliminación de las especies invasoras «y en las actuaciones de desbroce y movimientos de tierras para la apertura del camino en ningún caso se podrá molestar o ahuyentar a la fauna».

Otras administraciones

Al margen de ese proyecto, Emacsa pretende ejecutar cinco tanques de tormentas, el primero, en el Balcón del Guadalquivir, para evitar inundaciones y vertidos. Ni CHG ni Junta tienen ahora mismo en mente intervenir en el río a tenor de la respuesta dada a este periódico. La CHG asegura que no hay actuaciones planificadas en relación al río, ya que «no es competencia de la CHG la limpieza por el cauce urbano, sino de las administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo». La Junta, por su parte, no ha aclarado si tiene algún nuevo plan para los Sotos.

Limpiezas anteriores

Han pasado ya siete años desde que la CHG llevó a cabo una limpieza. Fue durante el mandato de José Antonio Nieto (PP) y poco después de que la Junta acometiera la reforma del eje monumental, remodelación que exigía una mejora del río acorde con la metamorfosis realizada. En aquel momento había transcurrido una década desde la última vez que se limpió el cauce. Aquella intervención, que fue considerada de emergencia, costó 1,8 millones, afectó a dos kilómetros entre el puente de la A-4 y el Romano, incluyó la reparación del puente de El Arenal, que había ardido aquel verano, el entorno del Molino de Martos y tres embarcaderos, y con ella se retiraron 8 toneladas de residuos y 150.000 de sedimentos. Tres años después llegó la segunda intervención, que concluyó en el 2017, costó 587.293 euros y consistió en la limpieza del cauce y en la recuperación de la Isla de las Esculturas y de los embarcaderos del Balcón del Guadalquivir y del Cordel de Écija. Desde entonces, no ha habido más. Por parte de la Junta, que se encarga de los 213.627 metros cuadrados que separan los puentes Romano y de San Rafael y que conforman los Sotos de la Albolafia, la última intervención concluyó hace cinco años, aunque había empezado en el 2012. La inversión fue de 300.000 euros y el plan se llevó a cabo en varias fases.

Proyectos olvidados

Además de la limpieza y mantenimiento, en el río hay otras asignaturas pendientes desde hace décadas y proyectos que se han quedado en el camino, como el encauzamiento entre El Arenal y Alcolea. Ni el Palacio del Sur, ni el Museo de Bellas Artes, ni el jardín que iba a resurgir con la eliminación de la avenida del Alcázar con el plan Alcázar-Caballerizas han visto la luz. Tampoco ha salido adelante el ambicioso proyecto anunciado en el 2008 por el Gobierno, con el que iba a rehabilitar la noria, llevar a cabo un centro de interpretación, restaurar molinos, construir una pasarela hasta el Cordel de Écija, levantar un museo del agua o actuar en el Salto de Casillas. El plan Arenal de la Fuensanta tampoco ha dado frutos ni hay playa en ningún sitio.

Solo hay un proyecto que puede ver la luz pronto, la restauración del molino de la Albolafia y la puesta en marcha de su noria, iniciativa avanzada por la exconcejala del Casco Histórico Laura Ruiz. Ese proyecto está en manos de Urbanismo, que será la encargada de llevarlo a cabo. Su presidente, Salvador Fuentes, indica que «ya se han realizado los trabajos previos de levantamiento fotogramétrico» y las previsiones son que en el 2021 se redacte el proyecto y se licite. Esta iniciativa complementará a la que se sufragará con los fondos europeos dentro del programa Edusi y que recuperará el antiguo camino de la Alameda del Obispo y su conexión con el Alcázar. El objetivo es «la recuperación de un elemento patrimonial de primer orden», «símbolo, junto al puente y a la Puerta del Puente, de la ciudad» desde la Edad Media, «como acredita su representación en el escudo». Esa intervención hace necesario eliminar vegetación para reencontrar al río, que vuelve a estar escondido.

El cauce del río, ayer, apenas visible debido a la maleza que lo invade. Foto: A.J. GONZÁLEZ

Valoraciones

DIEGO PEINAZO / PLATAFORMA POR UN RÍO VIVO

«El río necesita un mantenimiento continuo»

Diego Peinazo, de Por un Río Vivo, piensa que el gran problema es que «ninguna administración actúa de forma continua en el río», en el que hay cuatro cuestiones preocupantes, la limpieza de residuos sólidos, «que hay que hacer con más frecuencia»; la gestión de la vegetación, ya que hay «sitios en los que se acumula bosque de ribera excesivo y habría que crear otro hábitat»; la acumulación de sedimentos, que acaban «colonizados por la vegetación» y suponen «un riesgo de inundación», por lo que plantea rebajarlos; y los vertidos, que se solucionarán con el tanque de tormentas. A su juicio, «el río necesita un mantenimiento continuo en esos aspectos». En relación al proyecto municipal, cree prioritario «limpiar más que hacer un camino».

JUAN ANDRÉS DE GRACIA / MOVIMIENTO CIUDADANO

«No existe compromiso institucional pactado»

El Consejo del Movimiento Ciudadano se ha reunido con la CHG y ha constatado que «no existe compromiso institucional pactado» para intervenir en el río, lo que le preocupa, según señala su presidente, Juan Andrés de Gracia, que pide ir más allá de la limpieza, resolver los problemas de las zonas inundables urbanas y de la periferia y actuar en los arroyos y en los Sotos. Resolver la gran cantidad de residuos sólidos que hay es otra tarea, ya que «el río no tiene lámina de agua», indica, «y eso genera problemas». De Gracia reclama la mesa del río, en la que deben estar todas las administraciones y se ha de hablar de «cómo mantener un río vivo». «Está bien que Sadeco actúe», señala, «pero es mejor si las tres administraciones» lo hacen a la vez.

VICENTE CASTILLA / ASOCIACIÓN LA MEDINA

«Cada vez hay más limo y peligro de inundaciones»

Vicente Castilla, de La Medina, lleva años denunciando la situación del río, que va a peor. Castilla asegura que «cada vez hay más limo y peligro de inundaciones» y que «ya no hay veneros que viertan porque el limo los tapona». Todo ello, sin contar el mal olor, la suciedad que vuelve a acumularse junto al puente de El Arenal y que el embarcadero, en el que «ahora hay okupas», se está convirtiendo en «un estercolero». Castilla reclama la limpieza del murallón y una pasarela similar a la de la Calahorra entre la noria y el Molino de Martos. «La idea es poder ver el agua», afirma, y «solo hace falta quitar árboles de la margen derecha del Molino de Martos al Puente Romano, en 1.200 metros».

FRANCISCO LEÓN / AFECTADOS POR LAS INUNDACIONES

«Es necesario recuperar de nuevo la mesa del río»

Otro colectivo que lleva años reivindicando actuaciones en el río es la plataforma de los Afectados por las Inundaciones del Guadalquivir, cuyo presidente, Francisco León, insiste «en la necesidad de recuperar la mesa del río, paralizada desde el anterior mandato». La plataforma «pide a gritos que se cumplan los acuerdos plenarios de crear la mesa del río y se pongan medios para que no haya inundaciones, y no solo se lleve a cabo una limpieza, sino que se actúe en los puntos frágiles» ejecutando escolleras. Esta plataforma elaboró un proyecto entre Alcolea y Encinarejo para evitar inundaciones y aprovechar los atractivos del río.