La antigua fábrica de cervezas Aguila ha cambiado de propietarios por tercera vez en una década. Si en noviembre de 1999 Cervezas Alhambra adquirió la Compañía Andaluza de Cervezas a la multinacional colombiana Bavaria, Mahou-San Miguel confirmó ayer que la junta general extraordinaria de accionistas del Grupo Alhambra Alimentaria, que se celebró el 31 de octubre, había aceptado la oferta, operación que también fue confirmada por fuentes de la empresa andaluza a este periódico.

La venta de acciones, que está supeditada a la aprobación por parte del Servicio de Defensa de la Competencia, implicará una inversión cercana a los 200 millones de euros, y afectará a las factorías que tiene en Granada y Córdoba, pero también a Agua Sierras de Jaén.

Sólo en Córdoba tiene contratados a un centenar de trabajadores, tras el último expediente de regulación de empleo que prejubiló a una docena de empleados en el 2004.

La planta de la antigua Aguila (después Sureña ) envasa en Córdoba alrededor de la mitad de la mitad de la producción del grupo, sobre todo tras la puesta en marcha en el año 2000 de un envasado de latas de última tecnología. La empresa incrementó su relación con la ciudad al poner en el mercado de gama alta la cerveza Mezquita en diciembre del 2002. A finales del 2005 comenzó a comercializar desde Córdoba todas sus latas con una tapa de aluminio para proteger al consumidor de cualquier agente que pudiera alterar la pureza de sus cervezas.

PREOCUPACION LABORAL A pesar de que desde Cervezas Alhambra se ha indicado que Mahou-San Miguel respetará la identidad de la empresa andaluza y su estructura, entre los sindicatos existe la "lógica" preocupación por la incertidumbre que se puede generar en los primeros momentos. Desde el Sindicato Agroalimentario de CCOO, Rafael Estévez dijo que no tenían constancia de la operación, aunque confía en que los trabajadores "no se vean afectados negativamente" por el cambio de propietarios. Por su parte, el secretario regional de la Federación Agroalimentaria de UGT, Pedro Marcos, precisó que desde la presentación del último expediente de regulación de empleo "se podía pensar en que la empresa podía ir preparando la plantilla para un cambio". En la actualidad, CCOO cuenta con 6 representantes en el comité de empresa, mientras que CGT tiene 2 y UGT cuenta con uno.

Tras la aprobación en la junta extraordinaria de la operación, el siguiente paso será la formalización del contrato de compraventa de acciones, tras lo que deberá autorizarse por el Servicio de la Competencia.