La candidatura de Medina Azahara para ser considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco recibió ayer dos importantes apoyos institucionales. Por un lado, un grupo de presidentes de parlamentos autonómicos, encabezados por el andaluz Juan Pablo Durán, y por otro, los quince alcaldes de las ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, estamparon su firma apoyando dicha declaración. La firma tuvo lugar en el Salón Basilical del recinto palatino en dos actos sucesivos.

Los primeros en rubricar el apoyo fueron los presidentes autonómicos, con la intención de que su firma también se incorpore al dossier que tendrá que evaluar la Unesco en julio del año que viene. Juan Pablo Durán, presidente del Parlamento Andaluz, indicó que este acto demuestra que «Medina Azahara no es de Córdoba, es de la Humanidad», y añadió que la «ciudad que brilla forma parte del importantísimo legado patrimonial y cultural que han dejado en Córdoba las tres culturas que han pasado por ella, una ciudad que ha sido ejemplo de tolerancia y diálogo, algo que en estos momentos es lo que más necesitamos todos».

Seguidamente fue el Grupo de Ciudades Patrimonio el que aportó su apoyo, en un acto presidido por el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, quien indicó que la propuesta tiene «el apoyo de las administraciones, el apoyo social y ahora el de quince ciudades que son patrimonio y que saben lo que es trabajar el patrimonio. En esta línea, nos sentimos muy reconocidos y muy identificados». El consejero dijo que el apoyo de estas quince ciudades es «un respaldo importantísimo para esta candidatura, propuesta por la Junta con el Ayuntamiento de Córdoba y con un enorme apoyo social» y añadió que «estamos sintiendo el calor de la ciudad de Córdoba, de los hombres y mujeres y de Andalucía en pro de esta aventura».

Por su parte, la alcaldesa, Isabel Ambrosio, calificó la visita de estos alcaldes como «muy especial» y se mostró esperanzada de que «el regalo» que reciba el grupo el año que viene, que cumple 25 años de su fundación, sea el de la declaración de Medina Azahara. Antes de que cada regidor firmara, el gerente del grupo, Ángel Rosado, leyó el acuerdo de adhesión a la petición.

Entre los aspectos que la sustentan se indica que «las ciudades Patrimonio de la Humanidad de España consideran que Medina Azahara aporta un testimonio excepcional de la civilización islámica, constituyendo un ejemplo único de una época floreciente desaparecida hace más de un milenio». Indican que «la ciudad que brilla fue el centro del poder y la máxima manifestación de la magnificencia del califa de Córdoba, que reinterpretó la arquitectura, el urbanismo, el arte decorativo del imperio romano bizantino con técnicas y programas decorativos propios de Al Ándalus». Así, indican que el enclave arqueológico es «el ejemplo más representativo del progreso tecnológico, de las infraestructuras arquitectónicas y de la adaptación del urbanismo y el paisaje del Califato Omeya de Córdoba».

Se expresa en acuerdo que «hoy día, Medina Azahara se nos presenta como un gran monumento cuyos valores formales, históricos y simbólicos configuran un hito de enorme valor para la historia del arte de occidente». Añade el documento que fruto de una investigación continua y sistemática para su recuperación, Medina Azahara, «es también una gran fuente de conocimiento científico y arqueológico, especialmente en los procesos, criterios y metodología de restauración del patrimonio».

EJEMPLO DE DIÁLOGO// Concluye el documento indicando que «Medina Azahara nos exige una reflexión: es ineludible ahondar en el conocimiento de nuestra historia y comprender la diversidad cultural para enfrentarnos a un presente incierto. Es necesario comprender que las posiciones de radical intransigencia solo conducen a la confrontación y a la destrucción y es obligatorio el diálogo, la solidaridad, la preservación y el fomento de las diferentes manifestaciones culturales como fuente de riqueza. Medina Azahara es el fruto y la demostración de la capacidad que tiene la cultura como expresión del progreso intelectual para innovar desde la tradición, para sumar y reintrepretar y para construir nuevas propuestas que brillen con luz propia».