Pese al avance que la Universidad de Córdoba ha alcanzado en los últimos años en igualdad, tanto en representación de la mujer en puestos de responsabilidad como en planes específicos aprobados por el Consejo de Gobierno, hay un punto negro que, no obstante, desean subsanar. Y es que el honoris causa, el galardón más prestigioso de una universidad, no tiene apenas nombre de mujer, ni en Córdoba, ni en Andalucía, ni en el resto de universidades españolas.

Apenas el 5,7% de los doctores honoris causa de los campus españoles son mujeres. En la Universidad de Córdoba, solo una mujer tiene el honor de esta alta distinción, que se otorga desde 1976. Se trata de Pilar Citoler, coleccionista de arte contemporáneo, que recibió el reconocimiento el 7 de noviembre del 2013, siendo la número 31 de los 38 honoris causa de la UCO. Citoler fue propuesta por la Facultad de Filosofía y Letras y tuvo como padrino al profesor Manuel Torres, que hizo referencia en el acto académico a su contribución «en la difusión del arte contemporáneo» y a «su generosidad», que ha permitido a la ciudad disfrutar de varias exposiciones de sus obras y albergar el premio de fotografía que lleva su nombre. Torres aludió al fallido intento de traer a la ciudad la colección Circa XX, mientras que Citoler, agradecida, mostró su disposición a seguir colaborando con Córdoba en pro de la cultura.

El primer honoris causa de la UCO se concedió en 1976 a Leo Clemens Schultz, por la Facultad de Veterinaria, y a Demetrio Sodi Pallarés, por Medicina. El último concedido fue en octubre del 2017 al poeta cordobés Pablo García Baena, siendo su madrina María Rosal. Ahora, hay propuesta de otros dos honoris causa, que aún no han sido aprobados por el Consejo de Gobierno. La Comisión de Másteres y Doctorado, en sesión del 21 de junio de este año, propuso el otorgamiento de doctor honoris causa a Miguel Ángel Losada Rodríguez, en la rama de Ingeniería y Arquitectura, y a Francisco Sánchez Madrid, en la rama de Ciencias de la Salud. La comisión notificó la propuesta a la comunidad universitaria y abrió un mes de alegaciones, que ya ha terminado.

En las universidades andaluzas, la situación es parecida a la de la UCO, salvo en la Universidad de Granada, que tiene a seis mujeres en su lista de honoris causa. Málaga, Cádiz, Sevilla y Jaén cuentan con dos cada una, mientras que Almería no tiene ninguna. Entre ellas figuran desde Rigoberta Menchú, por Sevilla, a Victoria Camps, por Huelva, o María Victoria Atencia, por Málaga, entre las españolas.

La vicerrectora de Políticas Inclusivas y Vida Universitaria, Rosario Mérida, y la directora de la Unidad de Igualdad, María Rosal, admiten y lamentan que «solo una mujer sea honoris causa en la UCO», por lo que animaron a la comunidad universitaria y a los departamentos, que son los que hacen las propuestas, a plantear el nombre de doctoras. La vicerrectora subraya que en estos últimos cuatro años se ha notado exponencialmente el salto de la mujer en puestos de responsabilidad, tanto en el equipo de gobierno, con tres vicerrectoras, dos delegadas del rector, la secretaria general y la gerente, como en los decanatos de los centros universitarios, que por primera vez en su historia tienen más mujeres que hombres al frente. Mérida destaca la importancia del segundo plan de igualdad y del primer plan Concilia.